PROFESIONES TAURINAS

Reconocen la incapacidad total a un “sobresaliente” taurino por una tendinitis

  • “Cualquiera mínimamente prudente no se pone delante de un toro si no puede correr sin límites”

La Real Maestranza, en una imagen de archivo.

La Real Maestranza, en una imagen de archivo. / juan carlos muñoz

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha reconocido la incapacidad permanente total a un sobresaliente taurino (sustituto en caso de que el matador sufra cualquier percance) porque la tendinitis que sufre en el tendón de Aquiles le impide andar y correr en plenitud de forma.

El sobresaliente es un matador o novillero que debe estar obligatoriamente en todos los festejos taurinos en los que actúen uno o dos espadas. Si durante la lidia se accidentasen todos los matadores anunciados, el sobresaliente debe ocupar su lugar, lidiando y dando muerte a todas las reses que resten. El sobresaliente hace el “paseillo” y también está prevista la posibilidad que el matador le ceda un quite por cortesía.

En caso de que el sobresaliente se lesione también, se dará por terminado el espectáculo.Con estos antecedentes, la Sala de lo Social del TSJA entiende que este profesional taurino debe estar en plena forma física y debe poder correr y andar sin limitaciones. Sin tales condiciones, “cualquiera mínimamente prudente no se colocaría delante de un toro dispuesto a lidiarlo y darle muerte”, dicen los jueces.

De esta manera, el TSJA anula una sentencia anterior del juzgado de lo Social de Sevilla que negó la incapacidad permanente al sobresaliente, que compaginaba esta actividad con un pluriempleo como administrativo en una empresa.

Trabajó como administrativo entre mayo de 2008 y agosto de 2014, y constaba como taurino regularizado entre enero de 1990 y diciembre de 2011. En situación asimilada al alta de profesional taurino figuró entre octubre de 2011 y junio de 2013.

El TSJA interpreta que el reclamante simultaneó las profesiones de taurino y administrativo en situación de pluriempleo y no que las ejerciese “sucesivamente”, como interpretó el juzgado de lo Social para denegarle la incapacidad.

La sentencia también valora que el reclamante aportó su carnet profesional taurino y que desde el primer momento indicó a la doctora que lo atendió que trabajaba como sobresaliente los fines de semana. El sobresaliente sufrió una fractura parcial del tendón de Aquiles y se sometió a una intervención quirúrgica “que no resultó del todo exitosa”, según la sentencia.

Ahora padece una tendinitis crónica que “le limita para actividades de muy altos rendimientos de deambulación y bipedestación”, facultades que deben estar en sus “máximas posibilidades” en el caso de los profesionales taurinos.

Por eso dicen los jueces que, aunque la actuación del suplente no sea frecuente, ello no es impedimento para que deba estar en plena forma para la sustitución a la que está llamado, lo que significa “correr y mantener deambulación y bipedestación sin límites”, que no se dan en este caso.

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