Huelga indefinida en el Metro

Un conductor del Metro de Sevilla gana 25.335 euros brutos al año

  • Es la primera huelga del Metro en Semana Santa

  • En diez años, el servicio se ha parado un día de 2015 y ha sufrido 10 días de paros parciales

Un conductor del Metro en una imagen de archivo.

Un conductor del Metro en una imagen de archivo. / Raúl Caro/EFE (Sevilla)

La plantilla del Metro ha convocado en sus diez años de historia, desde la puesta en marcha de la línea 1, un día de huelga y 10 días de paros parciales durante varias horas del día y de la tarde, según las estadísticas oficiales de la Consejería de Fomento. Y lo cierto es que ninguna de estas protestas había coincidido hasta ahora con la Semana Santa.

La huelga de un día tuvo lugar el 19 de marzo de 2015, diez días antes del Domingo de Ramos de aquel año. La plantilla amenazó con seguir la protesta en la fiesta primaveral más grande de la ciudad, pero finalmente desconvocaron por un acuerdo in extremis. La dirección accedió a dar a los trabajadores la medida de conciliación familiar que pedían: un día de asuntos propios retribuido que hasta entonces sólo disfrutaba el personal de administración y oficinas del Metro.

Los 10 días de paros parciales que afectaron durante varias horas de la mañana y de la tarde al servicio del Metro se dieron entre el 29 de noviembre de 2018 y el 17 de enero de 2019, según los datos facilitados por la consejería de Fomento de la Junta. La plantilla puso fin a esos paros para dar respuesta a la petición de la dirección de que canalizaran sus reivindicaciones en la negociación de un nuevo convenio colectivo. Estas negociaciones no han prosperado y son las que han derivado en la huelga indefinida que ahora se inicia.

El periodo en el que se han dado estas protestas laborales coincide con los años en los que ya había entrado la compañía Globalvía (propiedad de tres fondos internacionales) en la concesionaria.

El desencuentro entre las partes

Los trabajadores de Metro de Sevilla están de huelga indefinida en demanda de una subida salarial que se refleje en la negociación del nuevo convenio colectivo.

La razón que ha provocado el desencuentro entre las partes es la distancia entre la petición de la plantilla –una subida salarial del 10% más el IPC en cuatro años y dos días menos de trabajo– y lo que ofrecía la dirección –un aumento salarial según la evolución del IPC más un 5% en función de la productividad de los empleados para los próximos cinco años–.

Si consultamos los datos del sueldo actual de los conductores, los empleados más numerosos de la concesionaria de la línea 1, la realidad es que ganan 25.335 euros brutos al año, una cantidad que al mes supone 1.701 euros brutos. Piden que se les suba cada año un 2,5 más el IPC y así durante cuatro años porque los sueldos no han subido en muchos años y la concesionaria tiene cada ejercicio beneficios millonarios: 18,3 millones en 2018.

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