Hay perros que desde el momento que nacen dedican su vida a los demás con el objetivo de salvaguardar la seguridad pública y cuyo adiestramiento se usa con fines de investigación policíaca. Ellos son héroes de cuatro patas y se han convertido en los mejores compañeros a la hora de resolver casos o investigaciones que necesiten de su gran olfato o instinto: detectar explosivos, drogas, búsqueda de supervivientes en catástrofes, restos de cuerpos humanos, etc. 

Estos perros se jubilan y hay una Asociación llamada "Héroes de 4 patas" que a día de hoy se encarga de buscar un compañero de vida a los agentes caninos que terminan su labor con la sociedad. Pero aun así, hay algunos perros que se niegan a jubilarse como es el caso de Iris, un pastor belga que ha pasado 8 años de su vida trabajando en la detección de explosivos y tras alcanzar la "tercera edad perruna" fue retirada y adoptada por un vecino de Lugo.

La perra parecía echar mucho de menos su vida anterior donde compartía momentos con sus compañeros por lo que un día decidió escaparse de casa aprovechando que su nuevo dueño había dejado la casa abierta para hacer unos recados. Su único objetivo era reencontrase con sus antiguos compañeros. 

La perra se sentó en posición de servicio al ver a los agentes

Su nuevo dueño alertó a la policía que la perra se había escapado y comenzó a jugar con otros canes en el centro de la ciudad cuando de repente vio a una patrulla de la policía que se había personado allí para recogerla. El animal, al ver a los agentes, decidió sentarse en posición de servicio y se comportó tal y como había hecho durante sus 8 años de labores, colaborando además en todo lo que le pedían. 

Ahora, tal y como contaba Rocío Cano en un programa de La sexta: "El dueño promete que a partir de ahora hará más visitas para que lleve mejor la jubilación. Los perros policía, cuando están trabajando tanto tiempo con los agentes y están entretenidos, lo ven como una especie de juego. Son amigos y los echan de menos en cuanto faltan".