Macron se abre paso al Elíseo

El ex ministro de Economía de Hollande se erige en los sondeos como tercera vía ante la ultraderecha

Hamon lanza una campaña sin concesiones para ser "una izquierda de combate"

Emmanuel Macron, en un mitin.
Emmanuel Macron, en un mitin. / EFE
Marta Garde (Efe)

06 de febrero 2017 - 02:37

París/Una nueva estrella brilla en el firmamento francés: el ex ministro de Economía y candidato a las presidenciales francesas Emmanuel Macron, un outsider que dice que no es "ni de derechas ni de izquierdas",y que hizo el sábado una demostración de fuerza con un mitin masivo en Lyon.

La polémica que rodea a Fillon por los empleos supuestamente ficticios de su mujer y dos de sus cinco hijos ha impulsado a Macron en los sondeos y algunos le dan como ganador en la segunda ronda ante la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen.

Sí, hay desacuerdos en la izquierda, como hubo siempre; lo importante es dónde queremos ir"

"Lo mejor está por venir y nos corresponde", dijo el que fuera ministro de Economía de François Hollande, que ha conseguido el apoyo de socialistas disconformes con la política izquierdista de su propio candidato, Benoît Hamon.

El aspirante socialista a las presidenciales de abril y mayo lanzó ayer su campaña electoral con un reclamo a la unión de los socialistas, sin que esto implique concesiones en su programa, y con el objetivo de "volver a ser una izquierda de combate".

Siete días después de vencer al ex primer ministro Manuel Valls en la segunda vuelta de las primarias, la ausencia de éste y de muchos barones de la formación evidenció las discrepancias en el seno de la formación y la dificultad de agrupar las distintas sensibilidades.

"Sí, hay desacuerdos entre la izquierda, como los ha habido siempre. Lo que me importa es dónde queremos ir juntos", señaló ante cerca de 2.000 personas el ex ministro de Educación de François Hollande, un puesto que ocupó apenas cuatro meses y que dejó por su descontento con las políticas "de austeridad" de Hollande y Valls.

El disidente socialista, de 49 años y una ascensión inesperada en esos comicios internos, dijo no concebir "que la unión se reduzca a un acuerdo de aparato", y en su discurso de investidura abogó por una izquierda "fecunda y colaborativa".

Su ideario en favor de la ecología, de un cambio en la cadena de producción para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los ciudadanos o su intención de acabar con el artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar proyectos de ley sin debate parlamentario, volvió a ocupar el estrado.

Junto a esas medidas, una mayor participación de la ciudadanía en la toma de decisiones y una política migratoria menos restrictiva frente a las propuestas de la derecha y la extrema derecha, que "escogen" a sus inmigrantes.

Hamon deseó un nuevo tratado presupuestario comunitario y una mayor cooperación militar y financiera para poder defender las fronteras y luchar contra la "hostilidad" del presidente estadounidense, Donald Trump, y la "fragilidad de un proyecto europeo que no tiene realmente una agenda que lo impulse".

"Vamos a volver a ser una izquierda de combate", prometió, en una intervención en la que dudó que la candidatura del conservador François Fillon pueda sostenerse por la polémica en torno a supuestos empleos ficticios de su mujer y dos hijos, y calificó a Macron de "híbrido" de la derecha.

Le Pen se presenta como "la candidata del pueblo"

La líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, inició ayer su carrera a la presidencia de Francia convencida de que podrá repetir los éxitos electorales de Donald Trump en Estados Unidos y de los británicos que votaron por el Brexit. Ante las 3.000 personas que abarrotaron el Anfiteatro del Centro de Congresos de Lyon (este de Francia), Le Pen se presentó como "la candidata del pueblo" y afirmó que "lo imposible es posible", en referencia también a su símbolo de campaña, una rosa azul. La dirigente ultraderechista basó gran parte de su discurso de clausura de la convención presidencial, que este fin de semana celebró su agrupación en Lyon, en arremeter contra la globalización económica y el fundamentalismo islamista: "Dos totalitarismos que amenazan Francia". La Unión Europea fue objetivo de sus críticas más virulentas por ser, a su juicio, "un fracaso que no ha podido cumplir con ninguna de sus promesas". De ahí que uno de los 144 compromisos que presentó en el congreso sea la organización de un referendo en los seis primeros meses de su mandato para abandonar "el tiránico sistema europeísta". "Otros pueblos nos han mostrado el camino, como los británicos que han elegido la libertad con el Brexit", manifestó la ultraderechista, que va en cabeza en los sondeos sobre intención de voto en las elecciones presidenciales de abril y mayo próximos. Le Pen también hizo referencia a "los austríacos por eliminar en la primera vuelta de las presidenciales a los partidos tradicionales y a los italianos por rechazar la reforma de la Constitución" del entonces primer ministro italiano, Matteo Renzi.

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