Muere el nazi que fundó 'Colonia Dignidad' en Chile

Paul Schaefer cumplía condenas por abusos y torturas

Paul Schaefer.
Efe / Santiago

25 de abril 2010 - 05:03

El nazi Paul Schaefer, que fundó en Chile la Colonia Dignidad, un enclave hermético al margen de la ley, murió ayer, a los 88 años, en el hospital de la cárcel donde cumplía condena por homicidio, torturas y abuso de menores.

Schaefer murió de un paro cardiorrespiratorio, dijo a los periodistas el juez Jorge Zepeda, quien procesó y condenó a Schaefer después que fuera detenido en Argentina y expulsado a Chile en marzo de 2005, tras varios años prófugo.

Schaefer falleció en el hospital de la penitenciaria de Santiago donde cumplía condenas de siete años de prisión por homicidio calificado; de tres años por infracción a la ley de armas; de tres años y un día por torturas, y de veinte años por abusos sexuales contra menores.

Nacido el 4 de diciembre de 1921 en la localidad de Sieburg, cercana a Bonn, Schaefer perteneció a las Juventudes Hitlerianas y sirvió como enfermero en la II Guerra Mundial (1939-45), alcanzando el grado de suboficial.

Tras la guerra, creó un Hogar Evangélico para niños, pero en 1959 huyó de Alemania debido a las denuncias de abusos sexuales y, en 1961, llegó a Chile, donde el gobierno lo autorizó a fundar la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad cerca de la ciudad de Parral, a unos 380 kilómetros de Santiago. El lugar, de 16.000 hectáreas y llamado Villa Baviera por sus moradores, se transformó en un enclave hermético, dotado de escuela, hospital, cementerio y aeródromo propios, rodeado de alambradas y guardias armados, todo al margen de las leyes chilenas. Sólo testimonios de algunos colonos que lograban huir desvelaban de tanto en tanto fragmentos de la misteriosa vida de los colonos que, según se supo posteriormente, soportaban un régimen de semiesclavitud impuesto por Schaefer.

Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), fue utilizado como campo de concentración y torturas por la policía secreta, cuyo jefe, Manuel Contreras, era amigo de Schaefer.

Tras la recuperación de la democracia, comenzó la investigación del enclave por disposición del gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994), quien lo definió como "un Estado dentro del Estado". Ahora es una comunidad abierta y sus habitantes se dedican a la producción agrícola y la gastronomía.

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