Obama garantiza que "el mundo está más seguro" tras el acuerdo con Irán
El mandatario celebra el acuerdo, aunque Estados Unidos impone nuevas sanciones
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió ayer el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní y el levantamiento de las sanciones, pero dejó claro con la imposición de otras nuevas que no permitirá a Teherán acciones de desestabilización o de apoyo al terrorismo.
En una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca, Obama aseguró que la entrada en vigor del histórico acuerdo nuclear con Irán, que permite a Teherán disponer de unos 91.000 millones de euros en activos que tenía bloqueados en el extranjero, Estados Unidos, Oriente Próximo y todo el mundo "estarán más seguros".
"Ayer se logró un hito para prevenir que Irán obtenga un arma nuclear (...) y lo más importante, logramos este histórico resultado gracias a la diplomacia, sin arriesgarnos a otra guerra en Oriente Próximo", dijo el gobernante demócrata en referencia al acuerdo nuclear, que ha sido muy criticado por la oposición republicana.
Obama firmó el sábado la orden ejecutiva para el levantamiento de las sanciones tras la confirmación por parte de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que Irán cumplió las exigencias para poner en marcha el acuerdo, que prevé limitar varios aspectos del programa atómico iraní durante períodos de entre 10 y 25 años, a cambio de levantar las medidas punitivas.
Pero ayer mismo, el Departamento del Tesoro anunció nuevas sanciones contra once individuos y empresas de Irán en respuesta a las pruebas efectuadas por las autoridades de Teherán con misiles balísticos de precisión en octubre pasado, en violación de las prohibiciones de las Naciones Unidas.
En referencia a estas nuevas sanciones, Obama afirmó que, pese al comienzo de la aplicación del acuerdo nuclear, su país seguirá "obligando con determinación" y se mantendrá "vigilante" para que las autoridades iraníes cumplan sus compromisos internacionales.
Las sanciones congelan las posesiones que esas once empresas o individuos puedan tener en territorio estadounidense y les impedirá utilizar el sistema financiero norteamericano en sus transacciones.
Con estas nuevas medidas punitivas, Washington envía a Irán el mensaje de que mantendrá la presión contra sus actividades "relacionadas con su apoyo al terrorismo, la desestabilización regional, los abusos de derechos humanos y el programa de misiles balísticos".
Así lo explicó en un comunicado el subsecretario del Tesoro para cuestiones de Terrorismo, Adam Szubin, que dijo que "el programa de misiles balísticos de Irán supone una amenaza significativa a la seguridad regional y mundial, y seguirá siendo objeto de sanciones internacionales".
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, también anunció hoy que Estados Unidos abonará a Irán 365 millones de euros por una reclamación iraní que data de hace casi 40 años, así como 1.190 millones más en concepto de intereses.
"Estados Unidos e Irán han resuelto una reclamación pendiente desde hace mucho tiempo en el Tribunal de Reclamaciones Irán-Estados Unidos", afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado. Ese pago soluciona un pleito entablado por Irán ante el tribunal internacional de La Haya en 1981, tras la Revolución Islámica del Ayatolá Jomeini (1979), y no forma parte de los miles de millones de dólares que ha recuperado el régimen iraní en todo el mundo tras el levantamiento de las sanciones internacionales.
En concreto, la reclamación se refería al Fondo de Confianza de 400 millones de dólares utilizado por Irán para "comprar equipos militares de Estados Unidos antes de la ruptura de relaciones diplomáticas" en 1979, explicó Kerry.
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