Trump cierra la semana con sanciones a Irán y el inicio de la desregulación financiera

Tensión en la era Trump

Las sanciones se dirigen a 13 individuos y 12 entidades relacionados con el programa de misiles balísticos de Teherán.

Con dos nuevas órdenes ejecutivas, el presidente dio formalmente inicio al proceso de revocación de la reforma financiera aprobada en 2010 por su predecesor Obama.

Mattis avisa además a Corea del Norte de que EEUU responderá "a cualquier ataque".

EEUU impone sanciones económicas contra Irán por las pruebas de misiles
Alfonso Fernández (Efe)

03 de febrero 2017 - 22:06

Washington/El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viaja a Florida para pasar el fin de semana en su hotel Mar-a-Lago, conocido como la Casa Blanca de invierno, tras otra agitada jornada en la que comenzó la marcha atrás de la reforma financiera de 2010 y se impusieron sanciones económicas a Irán.

Con dos nuevas órdenes ejecutivas, Trump dio formalmente inicio al proceso de revocación de la reforma financiera aprobada en 2010 por su predecesor Barack Obama, conocida como Ley Dodd-Frank, con la que se buscaba aumentar la regulación y supervisión del sistema financiero para evitar la toma de riesgos que desembocó en la aguda crisis de 2008.

"Hay mucha gente, amigos míos, que tienen buenos negocios y no pueden pedir dinero prestado debido a las normas y regulaciones de Dodd-Frank", criticó el mandatario antes de la firma y rodeado de líderes empresariales con los que se había reunido.

Aunque las medidas adoptadas son en gran medida simbólicas, ya que es el Congreso el que debe retirar la ley Dodd-Frank, Trump apunta así con una de sus promesas de campaña. De manera repetida, el presidente ha atacado esta reforma financiera porque a su juicio impone una carga de regulación excesiva sobre los bancos, lo que impide que el flujo de crédito hacia los consumidores y empresas.

Su portavoz, Sean Spicer, explicó en su rueda de prensa diaria que el Gobierno de Trump tiene "una necesidad desesperada para reformar" cómo se enfrenta el país a la regulación financiera. "La ley Dodd-Frank es una política desastrosa que está dañando la capacidad de la economía de crear empleo y crecimiento", agregó.

Paradójicamente, Trump, quien se presentó en la campaña como el representante de los trabajadores frente al poder establecido, selló estas órdenes tras un encuentro con algunos de los principales líderes de Wall Street, como el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, y el fondo de inversiones Blackstone, Stephen A. Schwarzman.

Trump aprovechó también la salida del dato de la tasa de desempleo del mes de enero, el primero bajo su presidencia, para anotarse la medalla de la creación de 227.000 nuevos empleos, aunque él solo tomó posesión el 20 de enero.

"Hay un gran ánimo en la economía de Estados Unidos ahora mismo", subrayó tras celebrar informe del Departamento de Trabajo, que situó la tasa de desempleo en el 4,8 %."Estamos muy contentos de ello. Creo que es realmente importante. Estamos haciendo volver empleos. Estamos rebajando los impuestos. Vamos a librarnos de las regulaciones", agregó.

Previamente, y poco después de advertir a través de su red social favorita, Twitter, a Irán de que estaba "jugando con fuego" por sus pruebas con misiles de largo alcance, el gobierno estadounidense anunciaba una nueva ronda de sanciones económicas contra "múltiples entidades e individuos" relacionados con Teherán."No se están comportando bien", afirmó Trump sobre el motivo de la aplicación de sanciones a Teherán.

El Tesoro remarcó que estas medidas están al margen del acuerdo nuclear con Irán y se producen en respuesta al carácter "provocador" de las acciones iraníes en su programa de misiles balísticos.De este modo, Trump pone fin a una semana en la que tuvo además que encarar nuevas polémicas con Australia y México, después de que se filtrase el inusual lenguaje utilizado en las conversaciones con sus homólogos, el mexicano Enrique Peña Nieto y el australiano Malcolm Turnbull.

Mattis avisa a Corea del Norte de que EEUU responderá a cualquier ataque

El secretario de Defensa de EEUU, James Mattis, dijo que Washington responderá de manera "abrumadora" a cualquier ataque de Corea del Norte sobre su país o sus aliados, en lo que supone un primer mensaje directo de la Administración Trump al régimen de Pyongyang.

Las palabras de Mattis, de visita hoy en Corea del Sur y Japón, también despejaron dudas sobre el nivel de compromiso que la primera potencia mundial quiere mantener durante los próximos cuatro años con sus dos principales socios militares en Asia nororiental.

"Cualquier ataque sobre Estados Unidos o sobre nuestros aliados será contrarrestado, y cualquier uso de armas nucleares dará lugar a una respuesta efectiva y abrumadora", afirmó Mattis en una rueda de prensa en Seúl tras su encuentro con el ministro surcoreano de Defensa, Han Min-koo.

El régimen que lidera Kim Jong-un "continúa lanzando misiles, desarrollando su programa de armas nucleares y con una retórica y un comportamiento amenazantes", afirmó el secretario de Defensa en la capital surcoreana.

Durante el encuentro con Han, Mattis aprovechó para reafirmar también la decisión de desplegar este año el escudo antimisiles THAAD (Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud), que será instalado en territorio surcoreano con el objetivo de interceptar proyectiles lanzados por Corea del Norte.

De momento, Washington responde así al reciente anuncio de Kim Jong-un, que amenazó con probar próximamente un misil balístico intercontinental (ICBM) para acelerar el desarrollo de armas atómicas capaces de alcanzar territorio continental de EEUU.

Hasta ahora los indicios sobre cómo abordará de aquí en adelante la Casa Blanca los desafíos que plantea la península coreana habían sido muy escasos y Trump se ha limitado a decir en uno de su embarullados mensajes en Twitter que el desarrollo exitoso de armas nucleares por parte de Pyongyang "ÑNo sucederá!".

No obstante, los analistas creen que las declaraciones hoy de Mattis no bastan para desvelar si Washington optará para lidiar con Pyongyang por el aislacionismo de la era Bush, la paciencia estratégica de la Administración Obama (dos opciones infructuosas en lo que a detener avances armamentísticos de Pyongyang se refiere) o una tercera vía.

En todo caso, el viaje de Mattis -que mañana se reunirá con su homóloga nipona, Tomomi Inada, antes de retornar a Washington- ha sido el primero que realiza al extranjero un miembro del Gabinete Trump, y de por sí ya supone un claro gesto de la nueva Administración de cara a la importancia estratégica de la región.

En esa línea, el jefe del Pentágono quiso despejar hoy dudas sobre el nivel de compromiso de EEUU con Japón y Corea del Sur en materia de alianzas defensivas.

"Quiero que no haya ningún malentendido durante la transición en Washington con respecto a que estamos firmemente, al 100 %, hombro a hombro con usted y el pueblo japonés", dijo Mattis durante su encuentro con el primer ministro nipón, Shinzo Abe, en la capital nipona.

stats