Álvaro Díaz regresa con una comedia coral "fresca, divertida y de emociones"

En la idea que recoge el escritor David Trueba en su primera novela Abierto toda la noche de que "en las familias predomina esa virtud de abrazar la extravagancia cotidiana como normalidad" y en la premisa que recuerda el refranero popular de que en todas las casas hay un cuadro ladeado se mueve Señor, dame paciencia, la nueva película del cineasta andaluz Álvaro Díaz Lorenzo (Café solo o con ellas), que presentó ayer en Sanlúcar de Barrameda antes de su estreno en las salas comerciales el próximo viernes 16.

Una comedia coral "fresca, divertida y de emociones", como la definió su director, que se suma a la tendencia de éxitos de taquilla como Ocho apellidos vascos y su secuela Ocho apellidos catalanes y que recuerda a otros títulos recientes como la francesa Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, para presentarnos prejuicios y estereotipos comunes a los que, en este caso, se tiene que enfrentar Gregorio, un padre conservador y madridista, interpretado por Jordi Sánchez.

Así, siguiendo la última voluntad de su mujer (Rossy de Palma), que fallece repentinamente, se ve obligado a pasar un fin de semana con sus hijos en la localidad gaditana -principal localización del filme- para esparcir sus cenizas en el Guadalquivir y enfrentarse, de paso, a sus principios para aceptar la realidad de su casa. La de su hija mayor, Sandra (Megan Montaner), casada con un catalán muy culé (David Guapo) que quiere llevar a su futuro nieto a un colegio bilingüe catalán-inglés en Barcelona; la de su otra hija, Alicia (Silvia Alonso), emparejada con un hippie antisistema con pocas luces (Salva Reina), y la de su hijo Carlos (Edu Casanova), el más pequeño, que le anuncia su matrimonio con un gay negro y del País Vasco (Boré Buika). Como si él solo estuviera "aguantando todos los males de este país", que cita Antonio Dechent en su papel de guardia civil, refiriéndose a la homosexualidad, la inmigración o el independentismo.

El elenco de televisivos rostros conocidos lo completan los actores Andrés Velencoso, Paco Tous y Diego París, y tiene como decorado natural el municipio sanluqueño, que es aquí "un protagonista más de la historia", como reconoce Díaz Lorenzo. En este sentido, la cinta, que ha contado con la colaboración de la Consejería de Turismo, cuyo titular, Francisco Javier Fernández, estuvo presente en el preestreno junto a la consejera de Cultura, Rosa Aguilar; el alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora; y el presidente de la Andalucía Film Comission, Carlos Rosado, entre otras autoridades, pretende también ser un reclamo para el turismo en la zona mostrando espectaculares cielos y atardeceres, atractivas playas y suculenta gastronomía, donde no faltan los langostinos y la manzanilla. "Es lo que más hemos echado de menos cuando acabó el mes de rodaje", bromeaba el actor malagueño Salva Reina.

En este sentido, más allá de las dunas de Tarifa y de las olas del Estrecho, escenarios gaditanos más habituales puestos de relieve recientemente en cintas como El Niño, la película Señor, dame paciencia se desarrolla en este paisaje auténtico y cercano entre Doñana y el Guadalquivir, Casa Bigotes y Bajo Guía, que "invita a la tolerancia y al entendimiento", como apunta su director, para el que "Andalucía debería ser el Hollywood de Europa", añadió.

Todo con un pueblo entregado, que esperó ayer entusiasmado la llegada de los protagonistas a los Multicines Al Andalus donde tuvo lugar la premiere y que imprimió aún más "buen rollo y energía" al ambiente, como relató el mallorquín Boré Buika, quien destacó "el factor humano" que vivió en la grabación y "la luz, el olor y el silencio" que se respiraba.

Reina, quien defendió también "la risa como aquello capaz de unir a la gente" y se mostró optimista en la creencia de que "con predisposición todas las familias pueden entenderse", resaltó asimismo que la oportunidad de estar un mes en Sanlúcar "ha sido como venir a rodar al paraíso".