Crítica de Teatro

Aterriza como puedas

Vaya por delante que el Teatro Duque-La Imperdible de la Plaza del Duque estaba a reventar. Que el público, en general, se lo pasó dabute y que la sensación de éxito era palpable. Carolina Montoya y Sonia Astacio, gracias a la ayuda de GNP, han dado un salto estratosférico respecto a sus anteriores trabajos en lo que se refiere a la producción. Aerolíneas Ibéricas sorprende por el perfecto acabado de este interior de avión diseñado por Miguel García El Negro y por un vestuario vistoso y evocador (el juego de los colores de la bandera de España) de Paco Mora y Vero Montoya.

Si le sumamos que la historia va de un vuelo con destino a Andorra, paraíso fiscal, y que sus pasajeros (el propio público) son una colección de corruptos que van a evadir sus fortunas y son atendidos por dos azafatas dispuestas a hacerles lo más divertida y agradable su travesía con números musicales y concursos con orígenes televisivos pues diríamos que, sobre el papel, estamos ante una feliz idea que puede dar mucho de sí.

Sin embargo, y a pesar de que los asistentes ríen cada una de las gracias de Carolina Montoya y Sonia Astacio, a las que no se les discute una excelente vis cómica y experiencia para salir con éxito de cualquier situación que genera su interacción con los espectadores, la obra se queda en una sucesión de chistes, en gags de animaciones de hotel, donde la supuesta crítica a la corrupción se convierte en pura anécdota cómica y facilona.

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