Chispeante y agudo Alan Moore

La editorial Barrett, con cuidada traducción y acertado prólogo de Félix Frog, recupera para los lectores españoles tres ensayos de Alan Moore. El escritor británico dedica las páginas de Cuadernos de humo sagrado a tres asuntos: el cómic underground, la ciencia ficción y la pornografía. Son tres temas que coinciden en un aspecto destacado de la personalidad del autor: su interés por lo anticonvencional. Por aquello que queda en los márgenes. Por aquello que es, en suma, pretexto para las subversiones, lo contestatario, lo extravagante.

En Cuadernos de humo sagrado se desacraliza el concepto de lo underground en el mundo del cómic. Hoy una etiqueta estándar que tan sólo es usada para alimentar el lucro de la industria editorial. No fue así en un pasado, nos cuenta Moore. Los orígenes del cómic, relata, nacen de la actitud satírica y por supuesto de la protesta social. El escritor y guionista sostiene que la palabra cartoon proviene de las revueltas que se produjeron en la Italia del siglo XVII. En estos tumultos, los italianos dibujaban caricaturas de la clase política en cajas de cartón, en las cartoni. Este episodio de creatividad burlesca tuvo su éxito, y Alan Moore lo considera uno de los primeros testimonios de lo que luego se llamaría cómic. El texto -maravilloso- prosigue con un exhaustivo y sorprendente -lleno de hallazgos- discurrir por la historia del género de las historietas.

En este volumen también se reflexiona, como apuntábamos, acerca de la ciencia ficción y de la pornografía. De la primera se lamenta el autor, al igual que sucediera en el ensayo sobre el cómic, del carácter claramente comercial que ha tomado el género. Con un tono vehemente, y divertidísimo, desgrana los motivos de este criterio. Cabe señalar que es este un libro -o una recopilación de ensayos- cuyo acierto consiste en conjugar un humor chispeante y una aguda visión del fenómeno cultural que se trata. La cultura en su naturaleza más pura, es decir, desprovista de discursos consabidos, y además envuelta en un registro humorístico, desprejuiciado, en absoluto solemne -esa solemnidad casposa de los estudios culturales-.

Y llegamos al tema de la pornografía con el texto La venus del cenagal contra los anillos de pene nazis. La historia del porno contada desde sus orígenes, en el paleolítico, con la Venus de Willendorf, hasta los dilemas éticos que hoy nos sugiere. Propiciados principalmente por el feminismo. Al respecto, Alan Moore no está muy convencido de que la cultura patriarcal encuentre sustento en la pornografía. Y añade que esta es una visión simplona y moralista. Incluso análoga al pensamiento reaccionario del integrismo religioso. Interesante el apunte -se pone como ejemplo la Grecia clásica y la Roma imperial de Constantino- en el que Alan Moore sostiene que las sociedades abiertas a la sexualidad han perdurado más que aquellas en las que la sexualidad ha sido oprimida socialmente.

Para resumir: Cuadernos de humo sagrado es un espléndido conjunto de ensayos culturales. Con su dosis de genio, desparpajo, atrevimiento y erudición.