El piano de David Peña Dorantes clausura el ciclo de los 'Jueves flamencos'

Con un espectáculo basado en su próximo disco, el piano de David Peña Dorantes pone punto final a los Jueves flamencos de Cajasol, un ciclo que bajo la dirección de Manolo Herrera ha contado un año más con los más destacados artistas del elenco jondo.

Sin muros ni cadenas es el título del concierto que, basado en una gran variedad de formas y en la libertad para exponerlas, protagonizará esta noche el pianista de Lebrija. En el transcurso del mismo contará con la presencia de dos cantaores: su padre Pedro Peña y Arcángel, que interpretarán un romance y un tema libre respectivamente. "En el disco, que ya está prácticamente listo, participan varios artistas: Morente, Arcángel, Lebrijano, Poveda, mi padre...", declara Dorantes. "La pena es que para un espectáculo de este tipo es prácticamente imposible reunirlos a todos", comenta con resignación.

El espectáculo cuenta con diferentes palos, que en el disco son interpretados cada uno por un artista: rondeñas, tangos, alegrías, tientos, romances, malagueñas, bulerías por soleá y seguiriyas. "En este caso he querido contar con una instrumentación distinta de la habitual, sin apenas percusión y con guitarras, violines y palmas", declara Dorantes. "En concreto la guitarra es la primera vez que la introduzco en un disco. No me gusta porque su timbre se asimila mucho al del piano, si bien en este caso no se trata de la típica guitarra flamenca", aclara.

Pese a que se considera un innovador, Dorantes no rehúsa su vinculación con el flamenco más puro. "No sé si lo que hago es flamenco, pero yo sí soy flamenco. Para bien o para mal tengo que ser honesto conmigo mismo y con mi público. No puedo ir en contra de lo que soy", sentencia. "Lo difícil a veces es que ese interés tuyo como artista se vea reflejado en el de las discográficas ", concluye.