Enamorarse del teatro

Dos experiencias en una. Por un lado, Mane Solano, con la dirección de Abel Mora, demostró ser uno de los mejores actores de Andalucía. Su maestría en el dominio de las técnicas del clown y del humor absurdo sumadas a una exagerada limpieza en sus movimientos que llega casi al virtuosismo dejó boquiabiertos, con la historia, y sólo algunas palabras en inglés, de Jeremy a un público de adolescentes que llenaba, hasta la bandera, el teatro. Y ésta es la segunda sorpresa de la noche. Una iniciativa puesta en marcha por Escenarios de Sevilla que durante tres meses han trabajado con estudiantes del I.E.S. Macarena e I.E.S. Velázquez. Chicos y chicas que viven en Instagram han descubierto el teatro por dentro, han realizado funciones de producción y ellos mismos eligieron la obra demostrando una selectiva intuición teatral. La próxima semana Tóxicos de Verónica Rodríguez cerrará esta fabulosa idea que debe ser repetida.