Francisco Robles gana el Premio Ateneo de Novela con 'El último señorito'

El periodista y escritor sevillano ha recogido el galardón esta medianoche durante una gala en el Alcázar. En la novela propone "una radiografía de las relaciones entre las clases sociales de Andalucía"

Francisco Robles recibe el premio de manos del presidente del Ateneo.
Francisco Robles recibe el premio de manos del presidente del Ateneo. / Juan Carlos Muñoz
Francisco Camero

24 de junio 2018 - 06:05

Sevilla/El periodista y escritor Francisco Robles (Sevilla, 1963) ha ganado el Premio de Novela Ateneo de Sevilla con la obra El último señorito, "una radiografía de las relaciones entre las distintas clases sociales de Andalucía" desde la Guerra Civil hasta nuestros días, como ha explicado a este periódico el autor, que ha recogido hace unos minutos el galardón durante una gala celebrada en el Real Alcázar. Robles, firma muy conocida del periodismo local, se embolsará los 40.000 euros que lleva aparejado el premio, que convoca la editorial Algaida (donde se publicará el libro) en colaboración con Ámbito Cultural de El Corte Inglés y, este año, de manera especial y con motivo de las 50 ediciones alcanzadas con esta convocatoria, la Fundación Unicaja.

El último señorito responde a la intención de su autor de "homenajear" a los narraluces, aquella generación de escritores que irrumpieron en los años 60 para "elevar el nivel de la novela andaluza". En su caso particular, Robles reconoce como especialmente decisivas las voces de Manuel Halcón y Manuel Barrios, cuyo Epitafio para un señorito, ha reconocido el también columnista del diario ABC, tuvo una influencia directa en la escritura de la novela con la que vuelve a probar las mieles de los premios literarios tras hacerse recientemente, a finales de 2016, con el Premio Solar de Samaniego por otra novela, La maldición de los Montpensier.

Ambientada en los años 50, pero también en la actualidad y en distintas épocas intermedias como la Transición, El último señorito narra la historia de un terrateniente que, muy joven aún, deja embarazada a la hija adolescente de los criados que sirven en el cortijo de su familia. La muchacha será despedida fulminantemente y conocerá "el rechazo social". "Lo típico...", dice Robles, que decidió contar la historia también desde el punto de vista de la hija apestada y no reconocida de ese señorito, que ya anciana, en nuestro días, decide llegar hasta el fondo y reclamar tanto la paternidad como la parte de la herencia que le corresponde.

La historia transcurre en "un pueblo imaginario de la Baja Andalucía, aunque todo el mundo podrá intuir cuál es", ha explicado Robles. Al autor, según dice, le interesaba que el propio paisaje, "la campiña, la dehesa y la marisma", fuera "un protagonista importante" de esta novela que transcurre en distintas épocas pero "siempre en verano, con el calor como potenciador de las pasiones". Aunque en última instancia, ha matizado Robles, más allá de la "anécdota" de su argumento, que en distintas formas ha llenado las páginas de la prensa andaluza a través de casos reales y sonados, para él la novela trata, sobre todo, de cómo "cada uno, en la vida, tiene que buscar su identidad".

Robles no ha sido el único que ha recogido un premio esta noche en el Alcázar. En la modalidad Joven, la ganadora del Ateneo ha sido la profesora de Español y traductora alicantina Alba Ballesta (Orihuela, 1990) por Distinta Clara, novela que narra la investigación –primero académica, luego personal e incluso existencial– de una joven estudiante sobre una poeta desconocida de la que sólo se conoce un libro.

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