Intérprete de tradición o meloso cancionistaVino viejo en odres nuevosAgua, piedra, música y danza

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19 de diciembre 2007 - 05:00

Nueva entrega en solitario de Francisco López Cepero García, Paco Cepero para el arte (Jerez de la Frontera, 1942), un clásico del toque de acompañamiento. Grabó un disco en formato de concierto en 1978, Amuleto, y volvió a la fórmula 25 años más tarde, después de una vida dedicada a la guitarra de acompañamiento pero también a componer rumbas, sevillanas y canciones de éxito. Continuador de la escuela de Jerez, pues fue discípulo de su más egregio representante, Javier Molina, así como de Rafael del Águila, es sobrino-nieto del cantaor José Cepero. Poseedor de un toque fogoso de potente alzapúa, Paco Cepero es autor de melodías cantables, a la que se añade su calidad como intérprete y su virtuosismo a la hora de trazar escalas en el mástil. Su dominio técnico de la guitarra, en una concepción clásica del instrumento y del compás flamenco, están más allá de cualquier duda. No obstante, prefiero los toques de tradición, esa sucesión de rasgueos y falsetas en una concepción de otro tiempo, pero de la que Cepero es uno de sus grandes representantes contemporáneos. Eso sí, cuando se pone sentimental, en blandas canciones aflamencadas, resulta poco menos que insoportable.

En algunos casos los arreglos de teclados dan a la obra aire de zarzuela o de copla. El mejor Calixto Sánchez sigue siendo no obstante el íntimo. Para barroquismo ya tenemos su voz. Es decir en las malagueñas, en las seguiriyas. En ellas, como en los estilos levantinos, el cantaor de Mairena del Alcor ha optado por crear nuevas melodías, muchas de ellas refrendadas ya por su éxito en los festivales.

Imágenes y poemas para siete espectáculos, del ciclo Siete maravillas de Málaga en Flamenco. El marco fueron siete monumentos naturales e históricos: las Cuevas de Nerja, el Torcal de Antequera, la Plaza de Toros de Ronda... Este libro es el catálogo de una exposición, pero es también un hermoso gozo del baile con la piedra, de la bata de cola en el albero, de la imagen y la literatura.

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