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LIBROS

Javier Castillo: “Ahora mismo estoy como mis obras: en una montaña rusa emocional”

El escritor Javier Castillo (Málaga, 1987), el pasado martes en una visita a Sevilla.

El escritor Javier Castillo (Málaga, 1987), el pasado martes en una visita a Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Javier Castillo se ha convertido en uno de los principales referentes de la literatura del suspense patrio, a pesar de que ninguna de sus obras tiene lugar en España. El mismo Joël Dicker, referente del género, ha llegado a considerarlo como uno de los nuevos fenómenos de la literatura europea. Poco queda del Castillo que se dedicaba a las finanzas en 2014, año en el que se decidió a publicar su primera obra, escrita en trayectos del cercanías de Fuengirola a Málaga. El escritor superventas, que desconoce las fronteras del éxito a nivel mundial, acaba de publicar su sexto libro El cuco de cristal. Coincide con el estreno de la serie La chica de nieve en Netflix y con la próxima paternidad de su tercer hijo.

–¿Cuál ha sido su fuente de inspiración para la nueva novela?

–La idea inicial surgió de ver una fotografía en redes sociales de una chica llamada Susana Ramírez que tenía una cicatriz en el pecho, de arriba a abajo. Pensé que podría haber una historia profundizando en la cicatriz y viendo qué podría encontrar en ella. Contacté con Susana, que sufrió una enfermedad en las arterias en lugar de un trasplante de corazón, y hablamos sobre las emociones. Vi que tenía mucho potencial para crear un enigma alrededor de la cicatriz. De ahí, salté al trasplante de corazón para crear una figura un poco más reconocible. Siempre he querido escribir una historia muy centrada en la naturaleza que todos conocemos y, al mismo tiempo, en la humana. 

–¿Se ha documentado sobre Medicina para dar forma a la obra?

–La parte médica es la más complicada, porque es muy específica. En primer lugar, empecé a investigar por mi cuenta y, posteriormente, me entrevisté con cardiólogos y profesionales habituados al tema de los trasplantes, que tienen un lenguaje muy concreto sobre medicaciones y tratamientos.

–Todos sus libros transcurren en Estados Unidos.

–Suele haber un motivo detrás de la historia. Por ejemplo, en El cuco de cristal quería jugar con la idea de conocer a un donante de órganos. En España, esto no está permitido, porque es información privada. En Estados Unidos, te inscribes a un registro y si el donante también se apunta, ambas partes pueden ponerse en contacto.

–Es una decisión ligada a la trama.

–El día que se perdió la cordura también sucede en Estados Unidos, porque es una narración muy explosiva, en la que un hombre camina con la cabeza decapitada de una mujer. Me resultaba tan chocante el episodio que acercarlo a un entorno conocido era muy inverosímil. Con el resto de mis novelas sucede lo mismo.

–¿Ha vivido en los enclaves de sus obras o los ha visitado?

–He estado en Nueva York, pero no he visitado Steelville, ni Misuri. Dedico mucho tiempo a investigar, a documentarme y a escuchar entrevistas de gente de la zona. Al final tengo la sensación de haber pasado mucho tiempo allí.

–¿Siente especial predilección por narrar sus obras de una forma coral?

–Intento que haya diferentes tramas por un motivo. Mi objetivo es crear cada historia de una manera que atrape muchísimo al lector. Jugar a dos o tres voces te permite, en una secuencia, tocar un tema emocional o dramático y en la siguiente dar algo más de acción sin necesidad de artificios. Si hubiera una única línea sería muy difícil pasar de un enamoramiento a un incendio, por ejemplo.

–Estrena su sexto libro y una serie a la vez.

–Y dentro de tres semanas nace mi tercer hijo. Está siendo una época muy intensa. Ha coincidido así, porque la serie se iba a estrenar en otro momento y, al final, ha sucedido todo en la misma semana prácticamente. Está siendo muy abrumador, porque la serie está siendo una auténtica locura. Pensábamos que iba a gustar, pero no de este modo y en tantos sitios. Es número uno en 28 países, ocupa el top 10 en 70 y es la segunda serie más vista del mundo. Ha roto todas las expectativas que teníamos y estoy super agradecido. Encima coincide con El cuco de cristal y estoy intentando disfrutar de las dos cosas. Tengo nervios por el lanzamiento del libro y conocer las primeras opiniones. Ahora mismo estoy como en mis obras: en una montaña rusa emocional.

–¿Cómo ha sido su participación en la serie?

–He estado como consultor de guion. Pensé junto con los guionistas cómo podría encajar las diferentes tramas, capítulo a capítulo. Hemos hecho muy buen equipo y hemos ido trabajando cada vez más, hasta formar parte de cuestiones más técnicas, decidir el casting. Además, al haberse grabado en Málaga, he podido visitar el rodaje y conocer a los actores.

–¿Qué queda del autor que escribía sus libros aprovechando los trayectos de tren?

–Los nervios con el lanzamiento de cada obra. Ahora escribo con más calma, con más confianza y seguridad. Lo que queda seguro es la ilusión con publicar el libro, recibirlo en casa, firmarlo, contarlo, saber qué opina la gente.

–Su propia historia tiene una historia.

–Lo que me ha pasado a mí es precioso, que una pasión de adolescente se convierta en tu trabajo y guste a la gente. Demuestra que no hay que abandonar las pasiones, aunque la vida te lleve por otros caminos. Puede que se convierta en tu profesión, o no, pero te hace sentir vivo.   

–¿Le abruma que le consideren el gran maestro del thriller español y le comparen con genios del suspense?

–Lo tomo con mucha humildad. Intento hacer mi camino, no pensar en qué dicen de mí e intento que cada libro sea una sorpresa para el que lo lee. Lo que digan de mí no lo controlo. Al principio decían que escribía de forma muy sorprendente, pero que no publicaría un segundo libro. Llevo seis y trato que la emoción en el lector aumente cada vez más, con cada nueva historia.

–¿Qué vínculo existe entre ser un bestseller y que la obra convenza a la crítica más elevada?

–Siempre he concebido ese tipo de crítica como un altavoz a libros que juegan a algo diferente. Escribo para gente que busca tramas y emociones. La crítica más literaria se centra en cómo se juega con el lenguaje. Es bueno que haya libros de todo tipo, prefiero que los lectores disfruten de una historia y se emocionen a ser un arquitecto de las palabras.

–¿Cuál es la fórmula del éxito?

–No tengo una fórmula del éxito. Intento innovar mucho en las tramas, en cómo están contadas y en que cada personaje remueva al lector de algún modo.

–Estamos en febrero y ya ha sacado un libro y una serie. ¿Qué guarda para lo que queda de 2023?

–El nacimiento de mi hijo este mes o en marzo. El resto del año espero que sea escribir, planear el siguiente libro y tratar de publicarlo en 2024. Además, estoy inmerso en una obra infantil que no se si lanzaré. También disfrutar de esta locura y parar un poco para estar con mi familia cuando nazca el bebé.

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