La electrónica llega a los 'Jueves Flamencos' con Estévez, Paños y Ruz
Los coreógrafos y bailaores estrenan hoy en Andalucía junto a la cantaora Sandra Carrasco su proyecto con el músico Daniel Muñoz
El Ciclo Jueves Flamencos de la Fundación Cajasol ofrece hoy a las 21:00, dentro de su programación de primavera, Danza 220V, un espectáculo con baile, coreografía y dirección de Rafael Estévez, Valeriano Paños y Antonio Ruz, la música electrónica de Daniel Muñoz Artomático y el cante de Sandra Carrasco. En el tradicional encuentro con los medios presidido por el coordinador del ciclo, Manuel Herrera, Estévez señaló que en este montaje -cuyo estreno nacional tuvo lugar en el Festival Internacional Madrid en Danza en 2010- "confluyen los universos de cada uno y se va creando un universo común", junto a la música de Artomático, "que es electrónica jonda", y todo "muy basado en el flamenco, partiendo de la improvisación pura y dura, y con un recorrido de cantes bastante potente que defiende maravillosamente Sandra Carrasco".
"Desde el principio, el flamenco se ha estado enriqueciendo de las distintas músicas, y en el siglo XXI es lógico que los flamencos nos juntemos con la electrónica o la danza contemporánea", afirmó Estévez, quien junto a Valeriano Paños fueron galardonados en 2012 con el Giraldillo a la Mejor Coreografía de la pasada edición de la Bienal de Sevilla, dirigida por Rosalía Gómez. Por su parte, Paños subrayó que el trabajo que se hace en este montaje "es improvisación", recalcando la "generosidad" existente entre los artistas para "salir, improvisar y no ir a una coreografía que llevas años haciendo y que sabes que va a funcionar". "La energía de cada uno lidera el momento, por lo que hay hallazgos de danza, de baile, gestos de cante, de sonido, de timbre. Es un trabajo de mucha confianza", explicó Daniel Muñoz Artomático.
Antonio Ruz añadió que Danza 220V -por primera vez en Andalucía- nació fruto de esa colaboración que los tres mantienen desde 2007, como "resultado de muchísimas horas de trabajo, de estudio, de investigación no solo musical sino puramente física". "Hemos empleado mucho tiempo en improvisar y en buscar nuevas formas de cómo transformar el flamenco y llevarlo a un cuerpo actual del siglo XXI, respetando siempre el legado y la tradición", agregó Ruz, para quien en esta obra "partimos desde el mar y vamos entrando hacia la tierra con los cantes y las letras".
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