Lección de cultura y libertad en escena

Crítica Teatro

Un momento de la representación en el Lope de 'Los chicos de Historia', con José María Pou.
Un momento de la representación en el Lope de 'Los chicos de Historia', con José María Pou.
Javier Paisano

16 de octubre 2009 - 05:00

Los chicos de historia. Focus. Autor: Alan Bennett. Versión y dirección: José María Pou. Intérpretes: José María Pou, Josep Minguell, Maife Gil, Jordi Andújar, Javier Beltrán, Albert Carbó, Oriol Casals, Alberto Díaz, Xavi Francès, Llorenç González, Juan Vázquez y Ferrán Vilajosana. Escenografía: Paco Azorín. Dirección musical: Sergi Cuenca. Vestuario: María Araujo. Iluminación: Pep Gàmiz. Espacio sonoro: Jordi Ballbé. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Jueves, 15 de octubre. Aforo: Completo.

José María Pou vuelve a demostrar su fino olfato. Convertido, los últimos años, en incansable buscador de textos que le enriquezcan personalmente y a su vez tengan algo que aportar al público, lo consiguió con el demoledor texto de La cabra y ahora repite éxito con Los chicos de historia, una obra del inglés Alan Bennett.

Escrita para el teatro obtuvo la aclamación de la crítica en Londres y fue llevada a la pantalla en una nada despreciable versión cinematográfica.

Pou, también autor de la traducción, ha dirigido la obra e intepretado con un aire de comedia que quizás la lastra en algunos momentos restándole cierta credibilidad pero que no la desmerece en absoluto.

Los once actores, con José María Pou a la cabeza, se mueven en un magnífico escenario creado por Paco Azorín que aporta una increible realidad a la escena.

La historia de una clase de estudiantes que están preparando algo así como el examen de ingreso a las exclusivas universidades de Oxford y Cambridge con la consiguiente obtención de las becas que les posibiliten entrar en la élite cultural del Reino Unido es la base de esta obra. El grupo de alumnos está liderado por un profesor, intepretado por Pou, asistema y ácrata que prefiere enseñarles a pensar y que se muestra en contra de la propia educación tal como rigen los cánones establecidos.

La llegada de un profesor arribista y pragmático hace que los dos mundos se enfrenten teniendo a los alumnos enmedio de la confrontación.

Pero esto es sólo el argumento, el texto de Bennett está lleno de alusiones culturales, divertidos juegos de palabras y emocionantes alusiones sexuales de primerizos adolescentes que viven sus tendencias amorosas en total libertad.

Todos los ingredientes de Los chicos de historia son de primera, desde el citado texto de Bennett, la rápida y casi musical dirección de Pou y la escenografía de Azorín a la interpretación de los once actores entre los que casi no se notan desniveles. Sin embargo, y teniendo el listón muy alto, hay algo en ella y, sobre todo, en el mismo Pou, de cierta desgana que se hizo perceptiva para algunos, aunque la mayoría aplaudió a reventar.

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