Rogelio López Cuenca gana el Premio Nacional de Artes Plásticas

Arte

El jurado ha querido reconocer un tipo de arte hecho "en los márgenes"

Rogelio López Cuenca.
Rogelio López Cuenca. / DS
R. C.

20 de septiembre 2022 - 19:27

Rogelio López Cuenca (Nerja, Málaga, 1959) ha ganado el Premio Nacional de Artes Plásticas 2022, un galardón que, a su juicio, no viene a reconocer tanto su figura, una de las más sólidas de la escena contemporánea, como un tipo de arte concebido "desde un lugar distinto al habitual".

"Mi práctica desborda el modo con el que habitualmente percibimos el arte", dice el artista en una entrevista con Efe este martes. Su trabajo siempre está "en los márgenes", en los límites con otras disciplinas y casi nunca en el ámbito académico, explica.

El artista pone como ejemplo uno de los proyectos en los que ahora trabaja: una guía didáctica para estudiantes de secundaria sobre cómo construir la memoria. El proyecto parte de un trabajo anterior sobre la caída de la ciudad de Málaga en la Guerra Civil y cómo se ocultó el crimen en el relato de la historia oficial.

Historia, poética y crítica convergen en los trabajos de Rogelio López Cuenca. El jurado ha resaltado en su fallo su compromiso "con el tiempo histórico y el territorio que le ha tocado vivir, las transformaciones y continuidades de la sociedad española en el cambio de siglo, las violencias y las dislocaciones que conllevan la globalización".

López Cuenca vive en Málaga y cree que está fuera de los circuitos tradicionales. Por eso, asegura, este premio ha sido completamente inesperado: "Ha sido una sorpresa absoluta; en este país, si no vives en Madrid y no estás en los bares de noche, no te enteras de nada", ha dicho riendo.

Su trabajo combina la poesía con las artes visuales y los medios de comunicación de masas, y se mueve dentro de la tradición de la crítica institucional a través de múltiples medios como la pintura, la instalación, la intervención urbana o la edición.

En 2019, el Museo Reina Sofía le dedicó Yendo Leyendo, Dando Lugar, una exposición en la que, entre otras cuestiones, criticaba la especulación del mercado del arte a través de obras como Desaparecido (2014), una fotografía de Pablo Picasso enmarcada como si se tratara de un anuncio sobre una persona desaparecida que denunciaba la "picassización" forzada de Málaga como parte del proceso de turistificación de la ciudad.

Los museos, reconoce, son cada vez más sensibles a discursos como el suyo. En cierto modo son "la última barricada", dice, un espacio dedicado investigación y contemplación, al margen de la lógica del beneficio imperante en el mundo del arte, aunque muchos centros también han terminado apuntándose al carro de lo que funciona en el mercado.

Todavía no sabe que hará con los 30.000 euros con los que está dotado el premio, pero menciona en varias ocasiones cómo el trabajo de artista sigue siendo "muy precario".

"La visibilidad que te dan premios o exposiciones como la del Reina no se traducen con una mejora de la situación de tu obra en el mercado -asegura-. La mayoría de los artistas siguen en situación límite, con trabajos en la enseñanza o en la hostelería".

Es posible recibir un premio "como artista joven o como una vieja gloria", pero el lapso de décadas que pasa entre medias "estás completamente abandonado al mercado".

La obra de Rogelio López Cuenca está incluida en museos como el Reina Sofía; la Biblioteca Nacional (Madrid); Artium (Vitoria); MUSAC (León); Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC); Museo Patio Herreriano (Valladalid); y, fuera de España: en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana (Cuba); BESART (Lisboa) y la Collection Fonds Nationals d’Art Contemporain de París (Francia).

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