Triunfo barato de Sebastián Castella en Illumbe

El diestro francés corta tres orejas en cuatro toros, mientras Hermoso, que suplió a Morante, logra un trofeo

J. M. Núñez / San Sebastián

12 de agosto 2009 - 05:00

GANADERÍA: Dos toros de rejones de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez y cuatro para lidia de a pie con el hierro de Garcigrande. TOREROS: Pablo Hermoso de Mendoza, gran ovación y oreja; Sebastián Castella, oreja con escasa petición, oreja, ovación y oreja. INCIDENCIAS: Tres cuartos de entrada en Illumbe.

Mil conjeturas en torno a la configuración final del cartel. Iba a ser un mano a mano entre Morante y Castella, con tres toros para cada uno, pero al resultar herido el primero en El Puerto, entró el rejoneador Hermoso de Mendoza con dos astados. A pie se quedó Castella con cuatro toros. El número uno indiscutible del rejoneo con un torero en franca progresión como es Castella. No parece tan mal. Pero no resultó pese a las cuatro orejas. Nadie se acuerda ya de nada.

Hermoso de Mendoza estuvo mejor en el cuarto que en el primero, cuando no quiso salir a saludar. Galopes largos y templados con Estella. Quiebros de mucho ajuste y arrojo con Silveti en banderillas. Y la frescura y el desafío constante de Caviar para ir a por el manso a las tablas, y atacándole finalmente de frente, haciendo la reunión por delante incluso del estribo. Pirata, único caballo que repitió, seguro en la suerte suprema. Muy completa la actuación de Mendoza.

Puso garbo Sebastián Castella en el recibo a la verónica a su primero, al que toreó muy quieto. Pero sólo una serie llegó a ser de cuatro muletazos, las demás a lo sumo de tres. Alargó el trasteo hasta ponerse pesado. Fue más la cantidad que la calidad. No hubo pañuelos en la petición de oreja. Trofeo barato.

En el tercero se centró en la vistosidad y el valor. Toro manso sin disimulo. La faena tuvo cierta donosura al principio, pero terminó volviéndose pesada. Predominaron nuevamente las series cortas. Ninguna hondura. Aguantó el presidente una pitada del público por no conceder el doble trofeo.

La tercera faena fue nada más que entonada. Temple en la muleta, pero sin bajar la mano lo suficiente, haciendo hincapié en las series de pocos muletazos. Al natural, pases de uno en uno. Nuevo parón, y sin limpieza. Mató mal.

El sexto, rebrincado y sin fuerzas. Tampoco llegó a romper la faena. Contó la impresión del repetitivo parón final. Y faltó también limpieza. Oreja tan barata como la primera.

Antonio Ferrera cortó la única oreja de una exigente y complicada corrida de Alcurrucén, ayer en el segundo festejo de la Feria de Begoña de Gijón. Se lidiaron toros de Alcurrucén, el cuarto con el hierro de Lozano Hermanos. Luis Francisco Esplá, palmas y ovación. José Pedro Prados El Fundi, silencio y palmas. Antonio Ferrera, ovación tras un aviso y una oreja. Algo más de media entrada.

El diestro local Diego Luna aprovechó su oportunidad al cortar las dos orejas del único toro de triunfo, y salir a hombros de la corrida de toros celebrada ayer en Huesca. Toros de Los Recitales, bien presentados, nobles y flojos. Enrique Ponce, una oreja y silencio. Miguel Ángel Perera, una oreja y ovación. Diego Luna, palmas y dos orejas. La plaza rozó el lleno.

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