Los avatares de la política han querido que hoy sea un día crucial para la vida de los españoles. Pero hoy, además, se celebra el Día Mundial de la Danza, una disciplina cuyo respeto y apoyo, junto al resto de las artes escénicas y a otras expresiones culturales –que no lo olviden los futuros gobernantes– constituye el termómetro que mide la buena marcha de un país.

Para celebrarlo, la Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza (PAD) ha organizado la novena edición de Vertebración, un proyecto creado para dar visibilidad a la creación contemporánea, crear un espacio de encuentro entre creadores de diferentes latitudes y recaudar fondos para mantener algunas actividades en favor de uno de los sectores más débiles de la cultura andaluza.

En estos nueve años, el proyecto, que sigue en pie gracias entre otras cosas a la complicidad del Teatro de la Maestranza, que presta su sala Manuel García, ha sufrido una evolución considerable. Así, si durante los primeros años la propuesta consistía en confrontar a coreógrafos e intérpretes contemporáneos, siendo estos últimos los que elegían las piezas en las que querían participar, a partir del año pasado las propuestas son elegidas por la Asociación a través de una convocatoria, primándose los trabajos que aún no se han visto en la ciudad.

Seis coreografías cortas y dos piezas de vídeo-danza concurren en esta edición

Y si el año pasado hubo cuatro vídeos y cinco coreografías cortas, esta noche y mañana podrán ver dos vídeos y seis interesantes propuestas que muestran la diversidad de lenguajes de la creación contemporánea actual.

Las primera muestra de vídeo-danza, que se podrá ver en el vestíbulo de entrada a la sala, es L_entes, un trabajo creado en 2009 por Iris Heitzinger y Natalia Jiménez para el Festival Neo del Mercat de les Flors. La segunda, ya en la sala, será Cualquier mañana, una obra del ruso Vitaly Kim con coreografía e interpretación de Laura Aris (entre otras cosas, bailarina durante una década de la compañía belga de Wim Vandekeibus) y Álvaro Esteban.En lo que se refiere a las coreografías cortas, los aficionados podrán ver este año: Te amaré y después… una pieza en la que la bailarina andaluza Susana González (también profesora de yoga) se plantea si el dolor puede acumularse durante años en alguna zona del cuerpo. Creada como solo, González la estrena ahora en formato de dúo junto a la actriz y bailarina sevillana Patricia López.Arjé es otro estreno de esta edición. Creada por la jovencísima compañía sevillana Haberlas Haylas e interpretada por María Moguer y Ro Menéndez, la pieza parte del concepto presocrático de ‘arjé’ –el fundamento a partir del cual se creó todo lo demás–, para mostrar las mil facetas que confluyen en la mujer.De Canarias llega Skachaikovsky, un juego de contrarios en la que una bailarina de clásico entrena como un futbolista o El Lago de los Cisnes se convierte en una danza Ska. Interpretada por Gabriela Alonzo, la pieza fue creada por Masu Fajardo el pasado año durante un proceso de investigación desarrollado en TEA – Laboratorio de acción de Tenerife.Investigadora, bailaora y bailarina, Melisa Calero estará presente también en la muestra con su experimento Abducida, una pieza unipersonal en la que la danza, el flamenco y la poesía se unen para hablar sobre el baile como medio de superación. Calero, presente en numerosos festivales internacionales, incluida la Bienal de Flamenco de Sevilla, se une aquí a la poesía experimental de Marta Fernández Portillo, líder de la banda Mapache.

Caber de pie es una breve pieza que se podrá ver únicamente esta noche, coreografiada e interpretada por los bailarines de danzas urbanas y danza contemporánea Joan de Maials y Alberto Lucena. Dos hombres muy altos y muy descontentos ante una sociedad que no se para a pensar si todos cabemos en ella. Por último, Daniel Rosado presentará Faralaes, una revisión de la cultura andaluza para reconocer sus peculiaridades y mostrar esa parte en ocasiones negada o invisibilizada. La pieza, que se verá sólo mañana martes, ha sido coreografiada y dirigida por el onubense Daniel Rosado, miembro del colectivo Lamajara.