La armadura del Comedor de Familia recupera su aspecto original

Doce meses han sido necesarios para llevar a cabo la restauración de dicha sala del Real Alcázar de Sevilla.

Violeta Jiménez

03 de septiembre 2009 - 13:31

Sevilla/Tras un año de profunda labor en los talleres de restauración del Alcázar, este jueves el alcaide del Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, ha mostrado la armadura del Comedor de Familia que ha vuelto a su ubicación tradicional con un aspecto renovado.

Esta obra, calificada omo “una operación casi quirúrgica” debido a las diferentes intervenciones “no todas afortunadas” que ha sufrido este cuarto a los largo de la historia, se une a las cuatro armaduras que ya han sido restauradas junto con un alfarje en el Cuarto Real Alto. Para la concreción de este programa de restauración total de la parte alta del Palacio promovido por el Patronato del Real Alcázar sólo faltarían tres cuartos, entre los que se encontrarían la famosa Sala de Fumadores, que cuenta con una armadura realizada en madera de pino que data del año 1546 y que es una de las piezas más singulares de este Palacio por la especial tipología del encuentro en sus esquinas.

La restauración de la armadura del Comedor de Familia, que data de 1540 cuando Carlos V se casa y decide renovar todas las salas, ha tenido una ejecución de doce meses y ha contado con un presupuesto de 117.677 euros. Éste es el último ejemplar de policromías superpuestas existentes en la parte superior del Alcazar. La restauradora encargada de todo el proceso, Inmaculada Ramirez López, explica cómo se han tenido que realizar numerosas intervenciones sobre ella ya que se encontraba en un “estado pésimo” no sólo estructuralmente sino también en cuanto a sus revestimientos policrómaticos. Así se contabilizaban hasta tres capas superpuestas: La primera mudéjar, la segunda renacentista (que es la que se ha optado por dejar finalmente) y la última consistente en “repintes de muy mala calidad” del SXIX.

Los Reales Alcázares de Sevilla construídos en la Alta Edad Media sirve como lugar de alojamiento de los miembros de la Casa Real y Jefes de Estado que visitan la ciudad. Las dependencias reales situadas en la planta superior del palacio pueden visitarse en grupos de máximo 15 personas y acompañados de un guía personal. Así esta parte alta se abre cada media hora permitiendo a los turistas acceder a ellas por 4,20 euros y vislumbrar lugares tan emblemáticos como el Oratorio d ellos Reyes Católicos, El dormitorio de Pedro I, el comedor de la familia Real o la Sala de Billar.”Pensando en el valor patrimonial de este lugar no podemos permitir que la gente pasee por aquí libremente y por eso la exigencia de un guía” recalcó el alcaide, quien añadió que el “único rincón al que no se puede acceder son los aposentos de los reyes”.

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