¡Gloria al cineasta, gloria al bufón!

Broken Rage | Estreno en Prime Video

Una imagen del nuevo filme de Takeshi Kitano, 'Broken rage'.
Una imagen del nuevo filme de Takeshi Kitano, 'Broken rage'.

La ficha

**** 'Broken Rage'. Comedia, Japón, 2024, 66 min. Dirección, guion y montaje: Takeshi Kitano. Fotografía: Takeshi Hamada. Música: Shinya Kiyozuka. Intérpretes: Beat Takeshi, Tadanobu Asano, Nao Omori, Hakuryu, Shido Nakamura.

Nos habían soplado que la nueva de Kitano era realmente lo mejor que pasó por el festival de Venecia donde se vieron, entre otras, las cintas de Almodóvar, Corbet, Guadagnino, Larraín, Delpero, Salles y compañía. Una exageración o una boutade más, pensamos, fruto de la habitual necesidad de epatar o de remar a contracorriente. Nos habían contado también que la película apenas la vio nadie ya que se programó en la última jornada, cuando todos los críticos e informadores estaban ya de regreso a casa o haciendo las maletas.

Llega ahora el momento de comprobarlo gracias a Prime Video, a donde ha llegado sin apenas promoción esta Broken Rage que, desde luego, es toda una declaración de intenciones sobre el estado del cine (y el de su autor al respecto) y, sobre todo, una demostración de fuerza y libertad creativas a prueba de edad, públicos y crítica de quien fuera el gran valor exportador del cine nipón en la última década del XX y los primeros años del XXI.  

Una declaración de fuerza y libertad y una cachondada como un piano lanzada al mercado de los contenidos y al espectador sin memoria, una historia de apenas una hora que se desdobla jocosamente entre el relato yakuza y su reverso cómico (¿o es realmente al revés?), un divertimento sobre la repetición, el tono y la parodia que hace de Beat Takeshi, felizmente recuperado de aquellos gloriosos días televisivos, de su cuerpo achacoso y sus muecas y tics de hombre-máscara, el avejentado médium soñado por el Kitano cineasta para sintetizar y retorcer aquí las dos vertientes que le dieron fama: a saber, la de depurado y melvilliano estilista trágico de la violencia y la de payaso del humor amarillo para niños de siete años.

Orgulloso, juguetón y preciso como un reloj suizo, especialmente en el montaje del que también se hace cargo, Kitano nos lleva de la mano por su multiverso criminal y absurdo de bajo coste acompañado de sus cómplices habituales, adelantándose a las expectativas y sacándose de la manga una idea de puesta en escena o un gag por cada secuencia o cada plano, cosa poco común en este siempre magistral y bien pulido cine de nuestro tiempo. Rendidos a la evidencia, sólo podemos entonar un sonoro ¡gloria al cineasta y gloria al bufón!

stats