Bob Esponja, Mary Poppins y Strauss

NIÑOS CANTORES DE VIENA | CRÍTICA

Andy Icochea al frente de los Niños Cantores de Viena.
Andy Icochea al frente de los Niños Cantores de Viena. / Guillermo Mendo.

La ficha

***Programa: Obras de J. Strauss II, J. Brahms, F. Schubert, F. Mendelssohn, R. Schumann, J. G. Rheinberger, canciones populares y fragmentos de musicales. Piano y director: Andy Icochea Icochea. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Domingo, 9 de marzo. Aforo: Lleno.

Primera epístola de Pablo a los Corintios (1 Cor 14: 34): “Vuestras mujeres callen en las congregaciones”. Éste es el origen de la presencia de niños, castrados y falsetistas en los coros de las iglesias católicas durante más de milenio y medio. Y también el de la creación de escuelas de niños cantorcicos, seises, knabersänger, etc. en las capillas catedralicias para suplir las voces agudas en los coros. De esos coros infantiles el más famoso, tras su creación en 1498, sigue siendo el de los Niños Cantores de Viena, en el que se formaron compositores como los hermanos Haydn o Schubert, por ejemplo. No venían por Sevilla desde los fastos musicales de 1992 y el conjunto sigue brillando por su afinación, por el brillo de sus voces, por su empaste y por la precisión en la respuesta a las indicaciones del director, aquí un dicharachero Andy Icochea que se instaló en un estilo suavón que tendía a igualar la articulación y la acentuación de todo el repertorio, fuera cual fuera su estética de origen. Estupendos los valses, la habanera y las canciones tradicionales, pero planos y desnaturalizados momentos como un irreconocible Der Erlkönig. Alegre final con “Un elefante se balanceaba”.

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