Cristina Oñoro, investigadora y profesora: "En el XIX, en España, se está produciendo toda una revolución educativa"
Cultura
Cristina Oñoro (Madrid, 1979) publica 'En el jardín de las americanas. Una historia transatlántica, 1871-1936', un ensayo narrativo en el que la autora nos descubre las biografías de escritoras que contribuyeron a la primera ola del feminismo español
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En el jardín de las americanas, de la investigadora y profesora universitaria Cristina Oñoro, se relata la historia de dos viajes, uno literal y otro figurado. En este ensayo narrativo se cuenta, en primer lugar, el viaje a España de la misionera protestante Alice Gulick, quien incansable dedicó una vida a mejorar la educación de las mujeres; un viaje que propicia otro trayecto, en este caso en el de la historia de la educación femenina, instrumento clave para la emancipación de la mujer a lo largo del siglo XX. Por este libro, que detalla cómo fue el acceso de la mujer a la universidad, discurren nombres como el de Concepción Arenal, María Goyri o Pardo Bazán. Esa primera ola del feminismo que abrió –contra toda adversidad- el debate social y que supuso una ruptura a un modelo de sociedad en el que la igualdad de oportunidades y de derechos casi era una quimera.
Pregunta.En este ensayo narrativo se relata un periodo de cincuenta años, clave quizá a la hora de hablar de feminismo. O de sus orígenes en España.
Respuesta.En mi libro anterior, Las que faltaban. Una historia del mundo diferente, me retrotraía algo más atrás: a la Revolución Francesa, a la Ilustración. Pero desde luego el periodo que señalas es una época apasionante para la historia de las mujeres, para el feminismo, y desde luego están ahí las precursoras de debates fundamentales: el acceso a la educación o el sufragismo, por ejemplo. Este nuevo libro [En el jardín de las americanas. Una historia transatlántica 1871-1936] tiene mucho de homenaje a esas pioneras. El libro ha querido reconstruir una parte del feminismo español. Empezando por Concepción Arenal, Pardo Bazán, María Goyri.
P.¿Cuáles fueron las principales contribuciones de esta primera ola del feminismo?
R.En este libro el tema fundamental es la educación. La educación superior, universitaria. El acceso de las mujeres a la universidad en situación de igualdad a los hombres. Le digo a mis alumnas que, si en lugar de 2025, estuviéramos en 1908, su situación hubiese sido bien distinta. Tanto es así que Concepción Arenal, sin tener prohibida la entrada en el aula, se disfrazaba de hombre. La contribución principal de estas feministas fue entender que la educación era la vía para llegar a la igualdad.
P.¿Se tienen datos que reflejen cuál era el número de mujeres que accedían a la universidad a principios del siglo XX?
R.Como sucede a menudo con la historia protagonizada por mujeres, tenemos que bucear en los silencios. Porque no hemos estudiado esta historia que ahora cuento. No hemos estudiado en el instituto la historia de cómo las mujeres lograron acceder a la educación. Aunque algunos datos hay, sí. Este libro comienza recordando la figura de Concepción Arenal y sobre todo las conferencias dominicales para la educación de la mujer, que se crearon en 1870. Fueron los krausistas los que principalmente apoyaron estas conferencias. Lo que sucede es que cuando hablamos de mujeres universitarias no quiere decir que fuesen alumnas tal como lo entendemos hoy, pues en ocasiones acudían al aula por libre, o se matriculaban de alguna asignatura y ya. Lo que está claro es que a finales del XIX teníamos ya licenciadas y doctoras. El boom, no obstante, llega en los años veinte y treinta. Ahí se da una explosión del fenómeno; de la mujer en la universidad.
La contribución principal de estas feministas fue entender que la educación era la vía para llegar a la igualdad"
P.En el primer tramo del libro destaca una protagonista: Alice Gulick. ¿Quién fue?
R.Alice Gulick es la americana con la que comienza el libro. Es la protagonista efectivamente de casi toda la primera parte, y fue una misionera protestante que venía de Nueva Inglaterra, de un lugar cercano a Boston. Venía de un entorno religioso, protestante, puritano; pero al mismo tiempo había recibido educación en un centro pionero, Holyoke. Allí se daba una educación que tenía una calidad semejante a la de Harvard o a la de Yale. Este personaje me atrajo completamente. Gulick se subió a un barco, en 1871, y llegó a España con su marido, que era reverendo protestante, para evangelizar. Te puedes imaginar que no fueron muy bien recibidos en España. Aun así, lograron conversiones en Santander, primera ciudad en la que recalaron. La mayor influencia que tuvo el matrimonio, no obstante, fue la educación de las niñas. Enseñarles a leer y a escribir. Gulick funda un internado de niñas siguiendo este propósito educativo. Cabe destacar que eran niñas de origen humilde. Gulick fue una defensora de la educación para las niñas. Dedicó su vida a las mujeres españolas. Fruto de esa idea fija de querer educar a las niñas fue a Estados Unidos a recaudar fondos, y con estos fondos consiguió comprar edificios de Madrid donde se establecería, con los años, el Instituto Internacional para niñas de España. Una institución que tuvo muchísima vinculación con la Residencia de Señoritas.
P.Entiendo que la educación en España, a finales del XIX, era bastante deficiente.
R.Claro. Y es el momento en el que se está produciendo toda una revolución educativa. Es el momento en el que esos krausistas dan pie, poco después, a la Institución Libre de Enseñanza. La educación en estos años estaba muy anticuada. Y era poco accesible. La universidad y la educación secundaria se basaba en la memoria, en relaciones distantes entre profesores y alumnos. Era lo que Emilio Lledó ha llamado la universidad papelera: mucho papel, mucha burocracia. La Institución Libre de Enseñanza propone una educación moderna, basada en la enseñanza, en los paseos, en los laboratorios. En el aprendizaje como un proceso que no se acaba nunca. Había una vinculación entre el proyecto del Instituto Internacional y la Institución Libre de Enseñanza, a pesar de los orígenes religiosos del primero.
P.¿Se puede decir que este Instituto Internacional es un precedente de la Institución Libre de Enseñanza?
R.No, no diría que es un precedente. De hecho, en el libro voy de un lado a otro. Cuando este matrimonio protestante llega en 1871, la Institución Libre de Enseñanza no ha sido fundada aún, aunque pronto se fundará. Previamente, está todo el movimiento de los krausistas y de los intelectuales liberales. Por ejemplo: ahí está Gumersindo de Azcárate, quien va a tener un papel importantísimo en esta historia. Pero no: el Instituto Internacional no es un precedente de la Institución Libre de Enseñanza. Lo que sí diría es que son dos instituciones que tuvieron una enorme afinidad.
A finales del XIX teníamos ya licenciadas y doctoras. El boom, no obstante, llega en los años veinte y treinta"
P.¿Cuál es la relación de Pedro Salinas con la Residencia de Señoritas –la otra institución educativa que trata este ensayo-?
R.Salinas era un gran poeta y profesor. Figura clave en aquel momento. Estaba en todas partes. Daba clases en los cursos de verano para extranjeros. Ahí acudían futuras profesoras, hispanistas, que se estaban formando para dar clases de español. Me gusta haber empezado con una historia de americanos que vienen a España para luchar por la educación de la mujer y terminar con una España que es un país de vanguardia, de renovación. Las americanas que vienen ahora es para aprender. Las relaciones entre ambos países se han ido invirtiendo, por tanto. Salinas fue profesor de Katherine Whitmore. Ambos se enamoran, aunque ese amor termina de manera trágica –entre otras cosas Salinas estaba casado-. El epistolario de ellos está publicado. Y Whitmore fue quien inspiró La voz a ti debida. Pero eso no se supo hasta mucho tiempo después.
P.El amor, el estudio, la educación, el trabajo. Los caminos que nos llevan a una sociedad próspera.
R.La historia termina mal. En 1936, la Residencia de Señoritas se desmantela. Desaparece como tal. El Instituto Internacional sí continúa –de hecho, hoy sigue abierto-. No obstante, mirado desde hoy se puede extraer un mensaje optimista. Esa conquista de la educación de las mujeres, esa educación igualitaria, es hoy un derecho adquirido que no se ha perdido. Aunque aún haya lugares en el mundo en los que ir al colegio sea un riesgo, si eres una niña.
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