Jazz

El escaparate andaluz

  • La discográfica sevillana Blue Asteroid prolonga su acertada política de lanzamientos

Cuarteto Fuerte.

Cuarteto Fuerte. / D. S.

A nadie medianamente informado escapa el excelente estado actual del jazz andaluz. Músicos, colectivos, aficionados y ciclos alimentan en estos momentos un escenario de creatividad en cuya difusión viene jugando un papel fundamental Blue Asteroid Records. Una aventura de riesgo creada en 2014 y dirigida desde entonces por Jorge Moreno, cuyo plan de lanzamientos discográficos crece regularmente en cantidad y calidad, arrojando luz sobre algunas de las iniciativas más valiosas surgidas en nuestro territorio, sin perder de vista incorporaciones externas que enriquezcan su catálogo.

Tres nuevos trabajos con eje en Sevilla asoman ahora la cabeza, dando secuencia a un perfil temático tan atractivo como versátil. El primero de ellos, protagonizado por Cuarteto Fuerte, un combo ya consolidado que debuta ahora en la marca hispalense de la mano de un álbum registrado en directo en Espacio Turina el 18 de septiembre de 2021 y titulado Tertulia. El proyecto liderado por el bajista y compositor Juan Miguel Martín insiste en una nómina guiada por el brillante diálogo de saxos de Bernardo Parrilla (alto) y Javier Ortí (tenor) más Fernando Caro a la batería para aplicar un punto más de consistencia y, sobre todo, de músculo a su oferta. Desde un recreado repertorio, procedente en su mayor parte de los dos álbumes precedentes y que discurre por algunas de las composiciones más certeras de Martín, no exentas de crítico mensaje, –Excrecencia de la evidencia, Castle Bravo o Borbones bolivarianos sirven de ejemplo–, el grupo vertebra su ajustada medida entre procesada estructura y sagacidad improvisadora, con la incorporación puntual de la trompeta del neozelandés Trevor Coleman en tres temas: uno de ellos su ya conocida adaptación de Il Giardino Delle Delizie del maestro Morricone y otro la breve The Drone del excelente batería Jimmy Weinstein. Un guiño al clasicismo con Stars Fell On Alabama cierra un álbum brillante y sorprendente con el que Cuarteto Fuerte intensifican su dimensión en el escenario, no ya andaluz sino nacional, del jazz actual.

Julio Marín. Julio Marín.

Julio Marín. / D. S.

Mientras unos se afianzan, otros aterrizan: el primer proyecto del joven saxofonista y clarinetista Julio Marín utiliza un parangón astrológico para bautizar El retorno de Saturno, la inicial plasmación de sus buenas maneras tanto como intérprete como compositor. Ocho son las piezas firmadas por el músico de Alcalá de Guadaira que dan sentido a este fluido trabajo de armónicos modos, alimentado por “influencias afrocubanas y un pequeño guiño al flamenco” que se concreta en una Despedida con la voz de Laura Marchal. Marín no ha querido limitar la nómina de implicados en este prometedor debut y una docena de participantes –con Brais Lorenzo, Josep Pou, Carla González, Rita Baulida y Álvaro Ocón en posiciones preferentes– se alinean a la hora de edificar un acogedor espacio de confluencia dirigido por vientos, guitarras y percusiones pero que no prescinde del arreglo de cuerda en Así te recuerdo o del ya mencionado gesto flamenco. Un disco que cumple holgadamente con su papel de atractiva carta de presentación de un nombre al que seguir la pista.

The Choco’s Hot Seven. The Choco’s Hot Seven.

The Choco’s Hot Seven. / D. S.

Una celebración de la vida. Así definen The Choco’s Hot Seven la música contenida en su Spanish Tinge: Jelly Roll Morton llamaba así al uso de ritmo de habanera en sus composiciones, aclaran en el libreto. Un disco que, en propias palabras, “presenta un trabajo de arqueología musical, dando vida al jazz más primigenio de comienzos del siglo XX”. Y ese espíritu lúdico y dinámico impulsa un itinerario estilístico que asocia a la citada habanera con ragtime o dixieland y que expresa con diligencia el sincretismo cultural que permitió que Nueva Orleans fuese considerada por la tradición como cuna del jazz. Daniel Abad (tuba), Mario Pousada (banjo), Álvaro Blas (tabla de lavar), Nacho Botonero (trompeta), Israel Lino (trombón), Ernesto Naranjo (clarinete) y Samuel Rigal (claqué) apelan a iconos del peso de Bubby Bolden, W.C. Handy o Duke Ellington para moldear una pasión que ajusta milimétricamente el ejercicio técnico y el sentimiento vitalista. Un condensado recorrido de apenas media hora de duración, que incorpora alguna composición propia –un Karnofsky’s dream de Botonero, dedicado a la familia que acogió en 1907 a Louis Armstrong y le compró su primera trompeta– y que terminan de acreaditar la voz de Marcos Padilla, el saxo tenor de Antonio Albanés y el bombo de Pablo Cabra.

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