Un mapa del arte contemporáneo

Conferencia

El comisario y gestor cultural Fernando Francés recorrió, de forma exhaustiva, los principales rasgos del arte en la posmodernidad

Fernando Francés y  José Miguel Trigo, durante el acto.
Fernando Francés y José Miguel Trigo, durante el acto. / DS
Gonzalo Gragera

31 de marzo 2023 - 09:46

¿Qué es la posmodernidad? ¿Quiénes son los creadores que están construyendo los discursos estéticos de hoy -y de mañana-? ¿Por dónde transita el arte contemporáneo? ¿A qué pintores –actuales- debemos seguir la pista? Estas fueron algunas de las preguntas que se aclararon en la conferencia que Fernando Francés pronunció en el salón Maestranza del Real Club de Golf de Sevilla y que tuvo por título Todo lo que siempre quiso saber sobre el arte y nunca se atrevió a preguntar. En una sala repleta de público, y tras la presentación del arquitecto José Miguel Trigo, el comisario y gestor cultural analizó las numerosas propuestas de la pintura posmoderna. Y lo hizo a través de varios artistas plásticos de América, Europa, África y Asia.

Antes de profundizar en el contenido de la charla, Francés definió los límites de la modernidad y de la posmodernidad. Dónde termina una y dónde empieza la otra, cuál es la cronología de estos dos tiempos, cuáles son sus aspectos más destacados. Resolviendo así la ambigüedad de unos conceptos complejos. “Una de las huellas clave de la modernidad, y no de la posmodernidad, es que alguien firme un urinario [se refiere Fernando Francés a la popular obra de Marcel Duchamp] y dicho urinario, por el simple hecho de llevar una firma, se convierta en arte”, precisó el ponente, quien añadió que la modernidad se sustenta en tres acontecimientos históricos: la Revolución Francesa –“la cual cambió las estructuras de poder”-, la Revolución Industrial –“que mejoró las circunstancias del mundo que se vivía”- y la Ilustración. Sobre ese Siglo de las Luces se detuvo Fernando Francés por ser “el más importante” de los tres sucesos que trajeron el tiempo de la modernidad.

“La Ilustración fue el momento en el que los líderes políticos se dan cuenta de que no puede haber progreso sin educación”, argumentó Francés. Este cambio de paradigma propició, en palabras del gestor cultural, el periodo en el que se establecieron las bases sociales, culturales y políticas de “los dos siglos siguientes”, es decir, de la modernidad. Del nacionalismo a las vanguardias históricas –el futurismo, el dadaísmo, el surrealismo…-. Así como del individualismo, germen de la mentalidad nacionalista y por consiguiente de “los desastres de las dos guerras mundiales”, señaló Fernando Francés. “El arte, como ven, no es algo ajeno a nuestra historia ni a nuestras vidas”, reflexionó a continuación.

Una vez dibujado el perímetro que define el arco temporal de la modernidad –y sus implicaciones culturales-, Fernando Francés pasó a diseccionar los pormenores de la posmodernidad. Con una amplia nómina de autores. El primero de ellos fue el norteamericano Alex Katz. “Este pintor realizó obras realmente sorprendentes, dulces, atractivas, con contrastes de color. Hablamos de un artista que navegó solo y que no entró en ninguna corriente concreta. Por ejemplo: pinta cuadros que se parecen a los artistas pop, pero no es pop, y su producción coincide con el final de la abstracción norteamericana. Katz pinta escenas cotidianas, apuesta por la figuración y, lo que es más importante, hace una recuperación del placer de la pintura. Esto será una apertura a lo que ha de venir, es decir, los primeros signos de posmodernidad”, apuntó el gestor cultural en su intervención.

Fernando Francés consideró los años setenta como el inicio de la posmodernidad –la cual “rompe” con la anterior etapa, pues tiene otros presupuestos “estéticos y filosóficos”-. El arte posmoderno, en este contexto, se desarrolla en multitud de lugares al mismo tiempo. “En Italia surge la Transvanguardia con pintores que recuperaban lo colorido y la belleza, con una manera antigua de pintar; en Alemania estaban los neoexpresionistas, que miran con fervor al primer expresionismo alemán realista de los años veinte; en España contamos con la figuración madrileña de los setenta –que es el primer movimiento español que tiene que ver con la posmodernidad-”, explicó Francés, quien aprovechó para detallar que todo lo que contenga el prefijo “neo” es sinónimo de posmodernidad. “Lo neoconceptual, el neominimalismo, el neoliberalismo…”, determinó.

Posmodernidad es, según el comisario, un concepto ajeno al rigorismo de la academia. De ahí, sugirió Fernando Francés, que las tesis del neoliberalismo representen tan bien este tiempo. “Si hay algo acomodado a los cánones de la academia es el pensamiento comunista soviético, donde todo lo que se sale del canon o de dicha academia, o de un sistema dirigido, tiene que ser repudiado y descalificado, como sucede con el neoliberalismo”, aseguró en la conferencia.

Lo posmoderno se interesa por la cultura pop y declina cualquier acercamiento hacia lo intelectual. El artista posmoderno no se detiene a “explicar” su obra. Tan sólo la construye. Así sucede, puso como ejemplo Fernando Francés, con el recurso “del pastiche”. Gusto artístico que no guarda respeto alguno por la armonía o por un mínimo criterio estético. “El posmoderno coge cualquier estética de la historia y las junta en un cuadro, sin preocuparse de buscar una razón a su producción artística. La pintura por la pintura”, detalló Francés como rasgo característico de esta época de nuestra historia.

Obras de Ben Sledsens, Abraham Lacalle, Miki Leal, Friedrich Kunath o Jonas Wood se fueron exponiendo en las diferentes diapositivas, captando la atención de los asistentes en sala. Llamativa resultó la historia del último artista mencionado, Wood. Fernando Francés contó, breve, lo peculiar de la vida de este pintor “raro” –así lo calificó-. Criado en una familia multimillonaria de Boston, Wood “es un personaje curioso, que ha influido en artistas sevillanos, y que convive en su infancia con cuadros de Mark Rothko y de otros tantos expresionistas norteamericanos”, relató Francés. La conferencia siguió con la divulgación de artistas asiáticos y africanos, como Michael Armitage –pintor muy influenciado por la obra de Goya-.

Fernando Francés, miembro de la Orden del Imperio Británico, confeccionó todo un mapa del arte contemporáneo y retrató una nutrida lista de pintores –imprescindibles- para poder aproximarnos al gran lienzo de nuestro tiempo.

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