Arnaud des Pallières adapta al cine "el texto que hizo que Kafka se interesara por escribir novelas", el clásico de Heinrich von Kleist Michael Kohlhaas, una historia ambientada en el siglo XVI con la que el realizador ha huido de las hechuras amaneradas de otros filmes históricos. "Cuando se hace una película de este tipo se tiende al academicismo, a que quede todo muy bonito, pero yo le dije a mi equipo que lo que quería era hacer un documental en el siglo XVI", expone Des Pallières sobre un largometraje que compite en la Sección Oficial y en el que, para su director, "lo importante son los personajes, sus emociones, la cuestión de la injusticia, que es algo que todos hemos sentido".

La rebelión de un comerciante de caballos que se subleva cuando se siente humillado por el poder "no es la historia de un revolucionario, sino la de un hombre que está harto y no se da cuenta del alcance político de sus actos. Grecia fue el primer país que se hizo con los derechos de exhibición, lo que habla de la vigencia de la película", argumenta Des Pallières, que encontró en el danés Mads Mikkelsen la "duplicidad" de alguien que por su físico podía ser "fiero en una batalla, pero al mismo tiempo mostrar delicadeza, ser un marido, un padre de familia".