Juan Luis Pavón

Alegato de alegaciones

PASA LA VIDA

18 de agosto 2010 - 01:00

LLEVAN once años gobernando desde el Ayuntamiento de Sevilla y parecen recién llegados que no protagonizaran la ciudad y su planificación, timoratos ante el poder de la Junta de Andalucía. Las estrategias de corto alcance con las que la quinta de Monteseirín va parcheando a lo largo de los años su relación con la construcción del Metro revelan su falta de autoridad para marcar unos criterios que sean asumidos por los gobiernos autonómico y nacional. Del sí pero no al no pero sí va oscilando en función de coyunturas, de lanzar globos sonda para probar si cuela o no una propuesta, de sondear el grado de rechazo a construir en un barrio el ferrocarril subterráneo en superficie, de escudarse en los informes técnicos cuando las cañas se tornan lanzas al rumiarse que son decisiones políticas por recortes. En cuestión de dos meses, y en función de la divulgación pública de planteamientos muy controvertidos del proyecto de las líneas 2, 3 y 4 del Metro, el gobierno municipal ha pasado de sentirse muy satisfecho por la propuesta técnica de la Consejería de Obras Públicas a adoptar la fórmula de alegar sin presentar alegaciones. O es poder o es ciudadanía, para presionar o para asumir responsabilidades. O picha dentro o picha fuera.

No se puede estar a la vez a favor o en contra de destrozar el Parque Celestino Mutis para construir una estación de Metro. O de cargarse la ampliación del Parque del Alamillo para hacer las cocheras de una línea nueva. O de llevar el Metro a la Cartuja bajo el río o a través de un puente de nueva construcción. Ni es lo mismo una que dos estaciones en el centro. Y menos aún negar y afirmar que cabe en el subsuelo de la Encarnación junto a los cimientos del llamado Metropol. Hay que definirse, y haciendo públicos sus estudios de ingeniería y financiación, no limitándose a cuatro frases para darle titulares a los medios de información.

El Metro se hace para toda la vida. No dejen sus aciertos para improvisaciones in extremis.

stats