Aniversario de dolor y vergüenza

HOY se cumplen 10 años de la mayor tragedia sufrida por España desde la Guerra Civil. Y también de la mayor vergüenza de nuestra historia democrática: el enfrentamiento entre el PP y el PSOE antes de que pasaran 24 horas del atentando, prolongado por el enfrentamiento entre los medios afines a unos u otros. Ni Aznar, ni Zapatero, ni Rajoy: nadie tuvo talla de estadista. No hubo una comparecencia de los líderes proyectando una imagen de unión ante la tragedia. No se planteó retrasar las elecciones para que el atentado no tuviera efecto sobre ellas. Al contrario, desde la izquierda se vinculó el atentado a la guerra de Iraq para culpabilizar al Gobierno. Y desde la derecha se apostó a la desesperada por la autoría de ETA. Todos sabían que si los terroristas eran etarras ganaría el PP y si eran islamistas, el PSOE. Después vinieron las tesis conspirativas de la derecha y, desde la izquierda, la conversión de los resultados de la investigación y del proceso en un dogma de fe sobre el que no se puede opinar bajo pena de facha conspiranoico.

Una década después nada ha cambiado. El mismo periódico, El País, que el domingo publicaba que el atentado respondió a la venganza por el desmantelamiento de una célula de Al Qaeda, desmintiendo que su "causa" (y no olvidemos que los atentados terroristas no tienen causas que los expliquen y mucho menos que los justifiquen) fuera la guerra de Iraq, titulaba ayer: "Las víctimas: 'Fuimos a una guerra, y aquí nos estalló". La misma tesis de antes, tan útil para el resultado de las elecciones, puesta ahora en boca de terceros. Estas víctimas, por lo visto, son más creíbles que las de ETA. Hasta para ser una buena o una mala víctima hay que alinearse con uno u otro bando en este país de nuestras desdichas.

Seguimos en las mismas, diez años después. Titulares de la edición digital de El País: "La fábrica de una mentira", "Telesforo Rubio: Ni un hilo vinculó el 11-M y ETA", "Garzón: La instrucción de la Moncloa era decir que fue ETA", "Diez años de bulos desmontados". Titular de La Razón: "Zouhier confía en que algún día se sepa 'la verdadera verdad' del 11-M". Titulares de El Mundo: "La trastienda policial del 11-M", "La trastienda mediática del 11-M", "Sentencia firme, dudas firmes". Igual en las tertulias, con agravante de griterío. Desmoralizador. Escribió Larra: "Aquí yace media España, murió de la otra media". Así seguimos.