ESCRIBÍA hace unos días el compañero Juan Luis Pavón en su Pasa la vida: "La declaración política con más carga de profundidad en lo que va de mes no tiene que ver con los ERE. Es obra del consejero de Educación: Las cifras de fracaso escolar en el tránsito de Primaria a Secundaria son escalofriantes, y le pido a la sociedad que se rebele. Cuando es la autoridad quien pide a las masas que se rebelen, no cabe duda de que el sistema educativo amenaza ruina inminente, desplome generalizado, siniestro total. [Alumnos, padres y profesores] son víctimas de una gigantesca estafa política rebozada de propaganda, que ha provocado igualar a los escolares hacia abajo, alentar la ley del mínimo esfuerzo y desactivar el espíritu crítico".

Pocos días después, a través de un informe elaborado por el Servicio de Inspección de la Delegación Provincial de Educación, se sabía que la situación de las enseñanzas medias en Sevilla es alarmante, que en más del 70% de los centros donde se imparte la ESO y el Bachillerato sus alumnos obtienen malos resultados; y que una de las causas de este desastre es el bajo nivel que arrastran los estudiantes en los últimos cursos de Primaria, lo que se evidencia cuando llegan a Secundaria.

La educación es la única garantía de un futuro mejor. La educación es la única garantía de la libertad individual -racionalidad crítica- y de la colectiva -madurez democrática y responsabilidad cívica-. La educación es la única alternativa a la represión y la única garantía de que la libertad no degenere en caos, violencia, inseguridad o injusticia. La educación es la única alternativa a la censura y la única garantía de que la libertad de expresión no degenere en basura mediática. La educación es la única garantía de que las redes sociales no se conviertan en refugio de degenerados, alianzas de totalitarios de uno u otro signo, trampas para jóvenes y fuerza anónima de una ciudadanía otra vez degradada a chusma o plebe por el absolutismo económico y el totalitarismo consumista. La educación es la única vacuna contra el clasismo y el elitismo, la única garantía efectiva de la igualdad real entre todos los ciudadanos. La educación es la única garantía de la buena salud de la cultura industrial o de masas.

En una de sus últimas anotaciones, desesperado por la deriva que tomaban las cosas en 1934, el periodista Antonio Núñez Herrera, la voz de Diego Martínez Barrio en Sevilla, anotó: "No es por desgracia el periodismo quien levanta a la gente, sino al revés, es la gente -elvulgo- quien levanta a los periódicos". Sólo la educación convierte el vulgo en ciudadanía.