La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La intimidad perdida de Sevilla
No es exageración, es cruda realidad. En unos días, quien más quien menos contendrá el aliento unos segundos y se encomendará a Dios -¿y al diablo?- con lo que se dice, en el lenguaje coloquial, las "carnes abiertas". Habrá sonado la campana para el regreso a las aulas y los padres de los alumnos intentarán, en la medida de lo posible, relativizar todo el Problema -con mayúscula- que se cierne sobre la operación de retorno al cole. Las autoridades educativas y toda la comunidad docente apuran en estas vísperas el ajuste de medidas para un comienzo de curso con el menor número de incidencias posible.
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