¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
La revolución del pesebre
DESCORAZONADORAMENTE, se da el caso frecuente de que las minorías vociferantes se impongan a unas mayorías que suelen ser silenciosas. Gracias al cielo, en este mundo enloquecido abunda ese personal que no quiere líos y que ve pasar la vida sin meter el dedo en el ojo del prójimo más próximo. Es la causa por la que, por ejemplo, tanta bulla se haya montado en esta Diada. Bueno, la verdad es que en cada Diada hay barullo, pues la forma en que allí se ha desvirtuado la historia por decisión de una clase política malintencionada provoca que una parte del pueblo crea lo que no es. Que el Ebro sea un río catalán que nace en tierras ignotas es un ejemplo claro de qué es lo que se le ha imbuido al catalán desde la niñez. Y desde esa incuria se intentan mover montañas a base de algaradas e incurriendo en una ilegalidad sin futuro por mucho que se vocifere.
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