Pepe Luis lo tenía todo para ser un personaje acomodado de la sociedad sevillana, pero prefirió quizás mantener la serena tranquilidad del chalé familiar del Nervión de los 60
Es curioso que con los años se aprecian los mismos fallos en los mandatarios de la ciudad: el enrocamiento en una camarilla 'agradaora', improductiva y nociva para el sujeto principal