‘Foto finish’

Cómo me gustaría saber qué pasa por la cabeza del Rey, de Sánchez, de Feijóo, de Page, incluso… De todos aquellos que están posando para la Historia. Hay una insólita unanimidad en que estamos viviendo el final hundimiento de la Transición. De esta situación puede salir cualquier cosa, pero, sin duda, saldrá en los libros de Historia.

Las consecuencias de las cesiones en cadena de Sánchez significan el hundimiento del ya alicaído edificio constitucional. Sánchez lo ha liquidado para sentarse en la Moncloaca [sic] sobre un montón de ruinas. El momento institucional es espantoso, pero fotogénico. A ver con qué perfil salen los protagonistas. Yo pensaría bien de que lado posar, porque, ya digo, la fotofinish va a quedar.

Aquí y ahora el que no se mueva no sale en la foto, al revés de lo que dijo Alfonso Guerra, que protesta mangas verdes y que debería haberse arremangado cuando pudo. Ha llegado el instante de retratarse. Y si eres socialista, de retractarse.

No sé cómo acabará esta historia, pero sí que las posiciones que los personajes principales adopten acabarán fijas en la historia. Es lo que tiene vivir, como maldicen los chinos, en tiempos interesantes.

Los que no tenemos tanto protagonismo tenemos que tener más protagonismo, aunque sea todos a una, como en Fuenteovejuna. Y tenemos otra función: tomar nota muy detallada de los movimientos que se producen o no. En estas circunstancias, cualquier gesto es crucial.

También la vida cotidiana. Aunque estemos pendientes de la noticia y heridos doblemente en el orgullo de españoles y en la mecánica democrática, debemos seguir con nuestras rutinas laborales. Mi consejo es canalizar la rabia y la herida en cumplir especialmente bien nuestras funciones. Por forzar el contraste moral con quien no lo esté haciendo con las suyas, quizá objetivamente más importantes, pero tan suyas como son nuestras las nuestras.

De alguna manera misteriosa, por vasos comunicantes morales, la mejor manera de exigir un comportamiento ejemplar a los que ocupan lugares decisivos es tenerlos nosotros también en nuestros pequeños ámbitos, aunque nadie nos los exija, ni espere para sacarnos la foto ni levante expectación. Más que exigirles, que también, exigirnos, sobre todo. Que en la foto finish de este periodo, si alguien amplia mucho, mucho la imagen, se vea que nosotros, en nuestra esquina del panorama, estábamos en lo que teníamos que estar.