EL Tribunal Supremo ha anulado el acuerdo del Consejo de Ministros de 2007 que acordó reservar 287 hectáreas en Puerto Real (Cádiz) para construir el polígono industrial de Las Aletas, uno de los mayores de España y tal vez el proyecto que mayores expectativas había creado en esta provincia para su desarrollo económico. El Supremo da la razón a la asociación ecologista WWF Adena al entender que la creación de la zona de reserva de 287 hectáreas de Las Aletas, que se encuentran en una zona de dominio público marítimo-terrestre, no es compatible con la Ley de Costas y con la intención de la Administración central y de la Junta de Andalucía de crear un área de actividades industriales, logísticas y empresariales. A pesar de que el proyecto contempla una importante área de reserva medioambiental, los jueces consideran que existiría un daño al hábitat natural. Un aspecto muy importante de la sentencia es el que indica que no existe impedimento alguno para que los usos industriales y de ocio que pretenden asentarse puedan localizarse en otra ubicación que no agreda de forma irreversible al medio ambiente. Con ello da la razón a los ecologistas cuando denuncian que no se han buscado suelos alternativos en la zona. Estamos ante un varapalo sin precedentes a la Junta y al Gobierno central, que han hecho de este proyecto la bandera del desarrollo para una zona deprimida como la Bahía de Cádiz, especialmente tras la deslocalización de la planta de componentes de automoción de Delphi. La sentencia del Supremo viene a demostrar que no basta sólo con voluntad política para poner en marcha los proyectos. La seguridad jurídica es un concepto básico de un Estado de Derecho. El Gobierno central y la Junta no han hecho bien las cosas. Y el proyecto está por eso ahora desautorizado judicialmente. Sea por celeridad o sea por descuido, las administraciones no han dado los pasos correctos para que fuera legal el desarrollo previsto en este suelo. La intención de la Junta es seguir adelante en su parte de los terrenos, pero Las Aletas debe replantear su futuro partiendo de una base más sólida, que no deje espacio a la duda, porque es mucho lo que está en juego y ya se ha perdido bastante tiempo por una huida hacia delante que puede costar muy cara.