Juan López-Herrera

El Verdadero Encuentro de Dos Mundos (II)

Relato de verano

“Lo importante es que lo del platillo volante no genere ni un euro de gasto no presupuestado, que los alemanes ya me han preguntado”

06 de agosto 2012 - 07:08

de octubre de 2012, 10:00 a.m.

Su Majestad el Rey de España dejó a un lado las muletas y se dirigió a los integrantes del gabinete de crisis:

–No necesito explicaros la razón de esta convocatoria. La prensa se ha hecho eco ampliamente del aterrizaje anteayer en Sevilla de una nave espacial. Aunque el presidente de la Junta de Andalucía asegura que son pacíficos, debemos pensar en la estrategia a seguir antes de establecer contacto con ellos. He recibido el siguiente mensaje del jefe de la nave:

“Majestad: en nombre de la Autoridad Máxima Galáctica y de los habitantes del Planeta Central quiero agradecer la acogida que nos han brindado las autoridades andaluzas y el pueblo de Sevilla y le hago llegar nuestros mejores deseos de armonía e infinita paz universal, esperando tener en breve la oportunidad de conocerle. Firmado: XXX0, comandante de la Nave Nodriza”.

–¿No será una estratagema del PSOE? Lo de “armonía e infinita paz universal” me huele a Zapatero, dijo el presidente del Gobierno.

–No –respondió el Monarca–. Le he llamado y me asegura que no tiene nada que ver con este asunto, aunque me insiste en que hablemos a los extraterrestres de la Alianza de Civilizaciones y me ha ofrecido que Moratinos haga de mediador con ellos.

Su Majestad retomó el hilo en un tono más perentorio:

–¿Alguna sugerencia?

–¿Querrán los marcianos comprar bonos del tesoro? Vamos a lanzar otra emisión de deuda la semana que viene y el diferencial está por las nubes.

El presidente del Gobierno entrecerró los ojos mientras el ministro de Hacienda continuaba imperturbable:

–Lo importante es que lo del platillo volante no genere ni un euro de gasto no presupuestado. ¡Ni un duro extra! Los alemanes ya me han llamado para preguntar quién paga “el numerrrrito del ufo”.

El presidente volvió a entornar los ojos elevándolos resignadamente al cielo. El Rey rompió el incómodo silencio con una pregunta que sonó a súplica:

–¿No hay propuestas? Si no, tendremos que optar entre la sugerencia de Zapatero y la que me ha transmitido Aznar.

El presidente salió de su cansina inmovilidad revolviéndose incómodo en su asiento:

–¿Qué ha propuesto el ex presidente?

–Que mandemos al equipo de Perejil y tomemos la nave. Está seguro de que la operación será un éxito y dice que después podemos organizar un desfile de la victoria con la cabra de la Legión y con los extraterrestres enjaulados.

–¿Podemos pedirles antes lo de los bonos? No vaya a ser que luego no quieran…

El jefe del Gobierno ignoró el comentario del ministro de Hacienda y se dirigió directamente al Rey:

–El CNI nos ha comunicado que dos naves menores han salido de la nave nodriza.

–¿Se conoce su destino?

–Parece que acaban de llegar respectivamente a Barcelona y a Vitoria.

En la habitación se hizo un pesado silencio, que sólo rompió la voz apesadumbrada del Rey:

–¡Me temo lo peor!

Sevilla, Hotel Alfonso XIII, 15 de octubre de 2012, 23:00.

Son muchas e importantes las novedades desde mi primera comunicación a esa Central. Dos naves exploradoras han sido despachadas respectivamente a las comunidades del País Vasco y de Cataluña. Las primeras noticias recibidas de los comandantes (XX1 en el País Vasco y XX2 en Cataluña) son muy positivas y esperamos novedades en breve.

En Sevilla hemos continuado fomentando las buenas relaciones con la tribu local, con cuyas asombrosas costumbres nos estamos familiarizando. He preferido dejar esta tarea a cargo del tercer oficial, XX3, que está siguiendo las órdenes recibidas con el encomiable celo en él habitual.

Los nativos son un pueblo dinámico y activo, pero su cultura presenta en general rasgos muy primitivos. Son enormemente cordiales y hospitalarios y ríen y hacen bromas continuamente (el humor, que en la lengua local se pronuncia guassssa, constituye como se sabe otro rasgo evidente de atraso cultural).

La tripulación de la Nave Nodriza está siendo permanentemente festejada por los indígenas, sin que hasta ahora se haya producido ningún incidente. El único hecho negativo a reseñar es que algunos miembros de la tripulación han regresado a la nave con extraños síntomas, después de haber ingerido las bebidas alucinógenas rituales que los aborígenes consumen en todas sus celebraciones.

Entre los síntomas detectados están mareos, súbitos accesos de euforia, risas descoordinadas y sin sentido y –lo más preocupante– una insólita reactivación del instinto sexual primario: el tripulante X5 fue pillado in fraganti ayer noche en la sala de defecación hojeando un documento llamado Playboy que le provocó una inaudita erección.

La falta de actividad sexual física y la práctica imposibilidad de distinguir externamente entre sexos que caracterizan a una civilización avanzada como la nuestra resultan sorprendentes para los nativos, que no comprenden que nuestros métodos de reproducción eviten cualquier tipo de contacto físico, así como el embarazo de las mujeres.

Otra repulsiva característica de estas tribus es su carácter carnívoro y su bárbara costumbre de matar animales para alimentarse. En las numerosas recepciones organizadas por los caciques me he visto obligado a deglutir animales de todas las especies y, para mi vergüenza, tengo que reconocer que algunas de estas repugnantes viandas poseen misteriosas propiedades que hacen que, una vez probadas, el cuerpo las reclame cada vez con mayor virulencia.

Ayer noche tuve una horrible pesadilla en la que comía sin control un alimento llamado “langostinos de Sanlúcar”, delicadas criaturas marinas que son cocidas vivas en agua hirviendo antes de ser salvajemente devoradas (el rito se inicia chupando ruidosamente las cabezas de estos infortunados seres y la sonoridad y duración de la succión están en relación directamente proporcional con el grado de satisfacción y –eventualmente– agradecimiento que se pretende mostrar).

Finalmente, siento comunicar que, pese a la intensa actividad desplegada, ha sido hasta el momento imposible detectar la presencia de la sustancia.

stats