¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
La revolución del pesebre
FLAGRANTE contradicción. Mar Moreno, consejera de la Presidencia, dice que la operación Andalucía 10 (la que encomendaron a Paulino Plata cuando estaba sin destino político de luxe) va a ser una gran campaña de imagen para demostrar fuera de nuestra tierra que no sólo somos los cuatro tópicos de siempre sino un semillero de innovación y de emprendedores en cualquier sector. Pero el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, acentúa más cada año el desequilibrio de nuestra imagen con el reparto de medallas en la efeméride que se inventó como Día de la Provincia. De 14 galardones que entregará el 23 de mayo simbolizando el mérito de los sevillanos de la provincia, cuatro son de la capital y otros dos de otras provincias. De esos 14, como espectro sociológico de lo que damos de sí, hay tres cantaores, dos actores, un cantante y un dúo de humoristas. Está claro: el 50% es/somos artisteo. Esto ocurre en el año 2010. Pero parece el Nodo de hace medio siglo.
No soy sospechoso de ser refractario ni a la canción ni al flamenco ni al fútbol. Por eso es mi obligación ejercer la crítica constructiva para señalar que Villalobos da mal el cante con premios que atraen a las cámaras de los programas del famoseo. Con él son corresponsables los portavoces de los cuatro grupos políticos, cómplices de sepultar en el anonimato a tantas personas brillantes y de pueblo que no son elegidos porque no son populares, perverso círculo vicioso idéntico al del franquismo más cutre. Les pone más hacerse una foto con Paz Vega o con Raphael.
Da también mal el cante solapándose con los mismos nombres que ya han recibido años atrás las medallas que conceden la Junta el 28-F y el Ayuntamiento de Sevilla el 30-M. Hacen ver que no se creen el lema de Sevilla son sus pueblos, no tienen su propia agenda de personajes (porque no quieren enterarse de todos los relevantes que han nacido en un pueblo y hacen gala de sus raíces) y montan un acto capitalino con más de lo mismo.
Para ellos, un año tras otro, no existe la ciencia, la tecnología, las empresas digitales, la medicina de última generación, los profesionales de mil y una materias que conforman la sociedad. Todo eso no es nada para ellos comparado con darle un premio a Los Morancos... de Triana.
También te puede interesar