La cofradía de Sánchez

12 de julio 2025 - 03:11

Asistimos esta semana en el Congreso a la enésima procesión de Pedro Sánchez y toda su cofradía. Bajo palio y sobre un trono cuajado de rosas del partido, fue conducido a hombros el presidente, que no sólo no asumió ninguna responsabilidad por la corrupción que le mana a borbotones, sino que se anunció él mismo como el primero de los damnificados por este sistema de desvalijamiento general. Fue cumpliendo con las estaciones y recibió en cada una de ellas las oraciones y las loas de sus socios, conscientes éstos de que si lo dejan caer se quedan sin el milagro de su sueldo. De este modo, esos sostenes que lo mantienen en la Moncloa le encendieron un cirio y pasaron a formar parte de la banda de pleno derecho, o lo que es lo mismo: comenzaron a pagar oficialmente su cuota como cofrades, si es que había alguna duda al respecto. Entonaron una saeta y peregrinaron desde la permisividad hasta la complicidad. Y en ese gólgota al que ascendieron para alzar sus cruces propagandísticas, la que fue crucificada no resultó ser la corrupción que padecemos, sino la oportunidad de empezar a limpiarla. Dejó Sánchez caer a uno de sus apóstoles, Santos Cerdán, que es como si Cristo renegara tres veces de San Pedro, y no al contrario. Feijóo metió el dedo en la llaga cuando proclamó que el mesías socialista no eligió a personas equivocadas para llevar a cabo acciones correctas, sino que escogió meticulosamente y con gran precisión a personas correctas para cometer actos equivocados. Confiese todo y ayude a devolver el botín, añadió. Pero el acto de la confesión, que conlleva el arrepentimiento y el propósito de enmienda, se halla muy lejos del alcance del titular de la cofradía. Hasta aquí hemos llegado, gimoteó Yolanda Díaz, que ejerció de Magdalena a los pies de la cruz. O sea: que no nos vuelvan a sorprender, hagamos lo que haya que hacer para que esto deje de ser noticia mientras proseguimos con nuestros lucrativos pecados. No sabemos hasta cuándo continuará este calvario nacional, cuándo se producirá el ansiado descendimiento. Pero ya resulta innegable que, aunque la cofradía de Sánchez lo tiene a él como imagen principal, se sustenta en cada uno de sus bastoneros, para lucro de todos ellos. Por su culpa, por su culpa, por su gran culpa.

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