Las farola de Juan Talavera

Farolas de Talavera también iluminan la Alameda Apodaca de Cádiz, diseñada por él

Hace unos años se habló mucho de farolas en Sevilla. La idea de llenar la ciudad de farolas fernandinas pasó. Y se atemperó el tema al colocar farolas del tipo caracola en la Plaza del Salvador. Y así quedó la cuestión, porque si hay que hablar de una farola tradicional, ya tenemos las de caracola, que figuraron durante años en la Plaza de San Francisco y también durante la Exposición de 1929. Nunca tuvimos una farola tipo en Sevilla. En la Plaza de América, por ejemplo, Aníbal González puso unas esbeltas farolas de aire bizantino, muy diferentes de cuanto había en la ciudad y muy bien nos siguen pareciendo a los sevillanos.

Cuando se acondicionó la Plaza Nueva por el arquitecto Juan Talavera y Heredia, que también hizo el edificio de Telefónica de la esquina frente al Ayuntamiento, además del pavimento y el pedestal del monumento a San Fernando, diseñó unas farolas de base de mármol de tres colores, mármoles que también utilizó a modo de cenefas y lacerías en el pavimento central. El fuste y la luminaria de fundición completaban el diseño que sigue siendo un referente ornamental en la ciudad. Las farolas de la Plaza Nueva, les invito a que las observen bien en una próxima ocasión, son de dos tipos: las más altas y de basamento mayor, con cuatro bolas de fundición en las esquinas, guardan los cuatro extremos del tapiz de mármol y guijarros, y el resto, más sencillas, se distribuyen a lo largo de todo el perímetro rectangular. Todos los elementos de fundición fueron realizados, y así están firmados con una placa que pone Prida Sevilla, en los talleres de Domingo de la Prida e Hijos, de la calle Resolana, una de las significadas fundiciones de la ciudad, que también realizó farolas en la Plaza de España, participó en las verjas de la Fábrica de Tabacos y en los centenares de tapas de registro, riego, guardacantones, veladores, etc, de toda la ciudad. Es obligado recordar que el trabajo de los arquitectos de esos años era un auténtico manifiesto a favor de los oficios del ladrillo, el mármol, la cerámica, la cerrajería y la fundición, cuyos talleres florecieron en las primeras décadas del siglo XX.

Farolas de Juan Talavera también iluminan la Alameda Apodaca de Cádiz, diseñada por él. Pero no están solas en Sevilla las farolas de la Plaza Nueva. Otras farolas diseñadas por nuestro arquitecto adornan e iluminan los antepechos del puente de San Bernardo, también diseñado por él junto al cuartel de bomberos que está a su lado. Estas farolas de San Bernardo son más sencillas y airosas de fuste y tienen el antepecho como pedestal común. Están rematadas por luminarias que recuerdan los faroles de zaguanes y patios de las casas sevillanas. Cuanto más conozco de nuestra ciudad y de su arquitectura, más me atrae la figura de Juan Talavera y Heredia y la importancia para Sevilla de su obra. Muchos edificios, pabellones, plazas, monumentos, glorietas, etc… que tanto admiramos tienen su firma y son testimonio de su buen hacer.

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