Juan Ruesga Navarro

¿Así se hace Sevilla?

Fragmentos

¿Mantenemos el Plan General o ha llegado el momento de cambiarlo?

28 de enero 2019 - 02:30

Se han formulado dos propuestas para la ciudad que tiene interés reflexionar sobre ellas. La primera es la propuesta de un distrito judicial en la zona del Prado. La segunda, agrupar las oficinas municipales en un nuevo edificio en la Cartuja, donde está la Gerencia de Urbanismo. Ambas, con independencia de los argumentos técnicos y políticos, plantean hacer ciudad al margen de los planes urbanísticos. Y esa también es una cuestión para reflexionar. Tampoco son ideas muy nuevas. Ya se propuso agrupar las dependencias municipales en el solar junto a la Estación de Autobuses del Prado. Con un edificio diseñado por Rafael Moneo, ¿se acuerdan? A favor estaba la centralidad del Prado. En su contra, que lo propuso la corporación presidida por Soledad Becerril y la que vino después, con Alfredo Sánchez Monteseirín como alcalde, lo suprimió. Claro que tampoco debía de gustar que un premio Pritzker como Moneo lo edificara, porque la biblioteca de Zaha Hadid, la primera mujer que conseguía el máximo galardón de arquitectura, también voló por los aires.

A lo largo de la última década o más años, en esta ciudad llena de penélopes que deshacen lo que otros tejen, se ha propuesto una Ciudad de la Justicia en diversos lugares. Los Gordales o más allá. Y nunca prosperó, entre otras cuestiones porque dependía de la Junta de Andalucía. Aunque en Málaga sí se hizo y funciona desde 2007 el mayor edificio administrativo de Andalucía. La verdad es que nunca he estado muy convencido que esa sea la mejor manera de acercar la Justicia al administrado, crear un macroedificio que se antoja la ciudadela de Kafka. Por eso la propuesta de un complejo de edificios en las inmediaciones del Prado, en principio tiene sentido. Porque está en el nudo principal de comunicaciones de la ciudad al alcance de todos. Pero la propuesta desbarra al poner un edificio en la zona libre y ajardinada del Prado. Creo que ésa no es la mejor tarjeta de presentación de la idea.

Agrupar las oficinas municipales en la Cartuja, donde está ahora la Gerencia de Urbanismo, también tiene aspectos positivos. Ya se intentó en tiempos de Monteseirín hacer una Gerencia nueva cerca de allí, pero también pinchó. Agrupar servicios está bien en principio. Lo hacen las grandes corporaciones financieras, y por algo será. Y también contribuiría a que los sevillanos consideráramos la Cartuja como un barrio más de Sevilla, que ya va siendo hora. Con la red de Metro terminada, posiblemente sería una propuesta perfecta. Porque la línea 4, la que enlaza con las otras tres, pasaría por la puerta. Y si estuvieran hechas las pasarelas sobre el río previstas en el Plan General, mucho más. Lo que me lleva a la cuestión final. ¿Mantenemos el Plan General o ha llegado el momento de cambiarlo? ¿Y si esperamos un poco? Porque a lo mejor todo queda en nada.

stats