¡Está hermosa la Moncloa!

El casting de los 50 sería fascinante. Con Pedro Sánchez haciendo de Bertín Osborne

07 de septiembre 2022 - 01:45

Está hermosa la Moncloa! Vuelve a resonar la frase de Max Estrella en Luces de bohemia cuando en plena alucinación el ciego hiperbólico cree recuperar la vista. España sigue siendo un puro esperpento. El presidente del Gobierno sustituye a Bertín Osborne en su programa de televisión, En tu casa o en mi palacio. De nuevo Valle-Inclán: "La casa donde vivo es un palacio". Sería fascinante adentrarse en el casting de los invitados. Este hombre no tiene límites, está claro que va a por todas. En su Cuaderno Gris, Josep Pla, ese escritor sospechosamente conservador (y encima traducido por el divisionario Dionisio Ridruejo) dice que la intimidad es inexpresable tirando por la borda el género de los diarios y memorias. No se puede expresar porque en cada persona conviven un yo privado y un yo público que propician una incoherencia de fábrica.

Esa premisa tiene algunas excepciones y una de ellas, de las más notorias, es la de Pedro Sánchez. Al carecer de sentido del ridículo, propicia el encuentro entre esos dos yoes, empequeñece las trampas actorales del método Stanislawski y se muestra tal cual es: clownesco, bufonesco, atrabiliario, pero coherente. Esa será la famosa y cacareada transparencia, que abre su alma a los 50 de Moncloa, sucedáneo de los 40 de Ayete, pero se la cierra a los periodistas, francotiradores de la derecha mediática, que se pasan la vida preguntando cuando la respuesta, como decía Onetti, está en el viento. En su arca de Noé están representados todos los destinatarios de su discurso. Démosles la voz para que nos den el voto. Fuera de cámara, los regidores, demiurgos y muñidores de este corral de comedias que abre telediarios. Si Marsillach levantara la cabeza…

Cuando en una misma coctelera se agitan la solemnidad y el asambleísmo, salen cosas como esta astracanada de la Moncloa, adivina quién viene a merendar esta tarde, o se evapora el sueño de una nueva Constitución en Chile. Del golpe de Pinochet pronto harán cincuenta años y de la muerte de Franco se cumplirán 47 la víspera del partido inaugural del Mundial de Catar. La semana de sus funerales se aprobó en Guatemala la sede del Mundial de España 82. El año del triunfo de Felipe González que ahora Pedro Sánchez quiere conmemorar.

En el agasape palaciego (derechos de autor de Pepe Guzmán) hubo un guiño a la memoria democrática. El presidente dijo que España era el país con más desaparecidos después de Birmania. Todo está escrito. El día que murió Franco, Televisión Española anunció que esa noche en el programa de cine se cambiaba la película proyectada, Satán nunca duerme, por Objetivo Birmania. Cinta bélica de Errol Flynn dirigida por Henry Hathaway que dio nombre a uno de los grupos de la movida. El de las políticamente incorrectas birmettes. Extrapolación geográfica de un país que apareció de rondón en el Palacio de la Moncloa. Como el topónimo Tomelloso, el pueblo de Antonio López, que ha vuelto para pintar la Gran Vía. De cincuenta en cincuenta, no se me arremolinen, que hay sitio para todos. No se acerquen a los cocodrilos (Jardiel Poncela).

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