Como si ya fuese de madrugada

Sorprendentes casos los que suelen darse en este tiempo de pandemia y crujir de dientes. No te acostarás sin que algo nuevo te sorprenda y he de confesar cuál es la impresión que la otra noche sentí cuando sólo eran las diez de la noche en una arteria tan principal como es Virgen de Luján. Veníamos la parienta y yo del funeral del pobre de Antonio Franco, le habíamos dado el pésame a Carmen de las Casas y vaya cómo íbamos a echar de menos el coche. Y es que como el coche es artículo inútil en Sevilla por las dificultades del tráfico y lo complicado de lograr plaza, pues corrimos la aventura de fiarlo al transporte público. Para el próximo autobús faltaban veinticinco minutos, conque opción taxi al canto. Pero en una avenida siempre con vida, el espectáculo era de día después, ni un alma, ni un taxi, como si en vez de las diez fuesen las dos de la mañana. Tremendo.