La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

En orden el pregón de las castañeras

Tras muchos años de manga corta en este día, con la bulla del cementerio plagada de ropa de alivio, noviembre ha entrado como antañazo, como mucho antes de que el cambio climático pendiese sobre nuestras cabezas. Y como algo normal, las castañeras llenando de vaharadas humeantes Tetuán y la Campana. Porque vendes castañas asás, aguantando la nieve y el frío... dice el popular pregón por caracoles. Y así vuelve a ser, el puesto de castañas como algo que se agradece, bienvenidas las castañas asadas a su tiempo, que no tiene por qué ser el que dicta el calendario, sino el termómetro. Y ayer, día de Todos los Santos por todo el día, las cosas iban con normalidad, con el otoño en perfecto estado, haciéndose notar y con las castañeras integradas en el paisaje de forma natural, sin atropellar la razón ni a contraestilo, aguantando el frío aunque sin nieve.

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