DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

El psicólogo pelmazo

Nada más rutinario -y deprimente- que un psicólogo de telediario explicando qué hay que hacer para sobrellevar la rutina

La figura del psicólogo o de la psicóloga de turno ha adquirido esa presencia que creíamos reservada a los pelmazos. No hay telediario en el que no aparezca un psicólogo como apéndice de una noticia asociada al bestiario humano. A casi todos se nos pone cara de Woody Allen o de Bill Murray cuando visitamos el gabinete de un psicólogo. Pero hace tiempo que la psicología ha devenido en ayuda acosadora. El psicólogo aparece tantas o más veces en el telediario que nuestro sevillano Rubén Sánchez, el portavoz de los consumidores de Facua. ¿No afloran los psicólogos por doquier? En Navidad el psicólogo daba pautas a huraños y asociales para que sobrellevaran las fechas entrañables con la mayor naturalidad posible. En la víspera del día de Reyes, el psicólogo nos explicó el síndrome del "niño hiperregalado" (exceso de regalos, egoísmo, frustración si no recibe todo lo que pidió, etc.). Ahora, llegado el prosaico mes de enero, el psicólogo aparece otras tropecientas veces en televisión. Por un lado, nos explica cómo evitar el consumismo innecesario en rebajas. Y, por otro, nos aconseja cómo afrontar eso que tras las vacaciones de Navidad va cobrando su mostrenca forma: la rutina. Lo curioso es que, respecto a la rutina, el propio psicólogo se ha convertido en parte del problema que pretende ayudar a afrontar. Nada más rutinario -y deprimente- que un psicólogo de telediario explicando qué hay que hacer para sobrellevar la rutina, sea tras las vacaciones de verano o de Navidad. Enero, como septiembre, es el mes en el que el tiempo nos muestra la arenisca de la que está hecha nuestra voluntad sin tener que leer a Schopenhauer. Al cabo de un par de semanas, la lista de propósitos que anotamos acaban convertidos simples despropósitos. En enero siempre llega el Blue Monday, el día más triste del año (será este lunes 16). Todo lo que nos propusimos en Año Nuevo se ha descumplido a rajatabla. La psicóloga inevitable y resabiada nos dará la tabarra en el temible telediario del citado Blue Monday. Atentos.

No digo que no hagan falta los psicólogos, pero sí que deberían moderar su presencia. Irónicamente, a veces quienes escribimos columnas en prensa hemos estado tentados de recurrir a un psicólogo para que nos explique si la extrañeza por el mundo de ahí fuera es debido a la rareza en sí del propio mundo o si tal extrañamiento es debido a que los tela de raros somos nosotros. Por ejemplo, me gustaría preguntarle al Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental por esto tan raro del Día Internacional del Agradecimiento que hoy se celebra. Quedo a la espera.

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