Un grupo de bomberos interinos de la Diputación que se presentaron al primer examen de las oposiciones para cubrir 61 plazas vacantes negaron ayer en un comunicado que la prueba fuese "amañada" en su favor, a pesar de que se anuló marzo por las sospechas de filtración. Así, han reclamado ahora que la prueba física y el concurso de méritos continúen, y estudian medidas legales.

La prueba inicial, un tipo test, se hizo el 3 de marzo. Pero el secretario y el presidente del tribunal elevaron un escrito al presidente de la Diputación avisando de indicios de anomalías. Según la Diputación, había sido detectado "un número excesivo de preguntas acertadas para la media de estos casos por parte de un grupo de opositores", que serían los interinos que hasta ahora han ocupado las plazas.

Pero parte de estos interinos han negado las irregularidades y cuestionan las conclusiones del informe de la empresa externa. Así, destacan que señala sólo a 65 candidatos, los interinos, "y no expresa con transparencia su comparativa con el resto de aprobados". Según sus datos, 212 personas aprobaron el examen. Son 147 personas además de los interinos. También alegan que las notas de éstos "varían desde el 5,5 al 8,9". Los "indicios" esgrimidos se fundamentarían en que los 65 coinciden en 13 respuestas de un total de 60, con cuatro opciones posibles. Especialmente, señalan un fragmento del informe que apunta a "una pregunta en la que todos los interinos mayoritariamente habían fallado del mismo modo", con la misma respuesta y que "hace pensar en la existencia de un amaño". Pero es la "verdadera", defienden, y "la opción que plantea el corrector es la equivocada". Más del 90% de los aprobados han contestado igual. La Diputación quiso repetir el examen para no paralizar la selección de bomberos, pero el SAB presentó un recurso pidiendo la suspensión de la nueva prueba en el juzgado.