Desarrollo y estabilidad social

A finales de los 80, cuando el consumo de drogas se estaba convirtiendo en un problema social se produce, en una de las barriadas del municipio de Pilas, una reyerta en la que están implicados muchos consumidores de entonces y traficantes. "Esto provoca en los vecinos y vecinas una gran indignación por la violencia generada y la falta de protección, despertando la conciencia de muchos, parejo a la formación de los primeros movimientos sociales en el pueblo", recuerda Pilar Fuentes Pérez, presidenta de la Asociación Alborada que nace, precisamente, a raíz de este acontecimiento, en el año 1991, con el fin de paliar esta situación de desajuste que se estaba produciendo en la localidad.

"Mucho ha llovido desde entonces, desde aquella idea inicial de lucha contra los drogadictos, donde la finalidad era combatir esa 'lacra'. La entidad es hoy día una asociación de prevención y ayuda al drogodependiente, donde la prevención y el apoyo a la persona es vital para conseguir una plena integración social en todos los ámbitos de la vida. Asimismo, el trabajo y la formación del personal técnico también es importante para conseguir nuestros objetivos".

Para ello, el Ayuntamiento de Pilas, dentro de sus políticas sociales, destina 30.000 euros para luchar contra la drogadicción a través de sendos convenios con Alborada y Arpial, otra de las asociaciones. Al frente de la misma se encuentra su presidente, Manolo Monsalves, con una experiencia previa como enfermo politoxicómano. "Arpial nace en diciembre del 2007 para ayudar a todas las personas, tanto familiares como enfermos adictos, a salir de las adicciones y sean personas libre y sanas", reconoce el directivo. Se trata, continúa, "de prevenir para intentar que nadie pase por lo que nosotros hemos pasado y concienciar a la sociedad de que las adicciones son una enfermedad". Ahora mismo, la sede de Arpial se encuentra en Pilas con otras delegaciones en la provincia. "Tenemos cuatro grupos: acogidas, nivel uno, nivel dos y grupo de familiares. Desde nuestra asociación, están recibiendo ayuda directa sobre 180 personas constantemente a la semana gracias también a que contamos con un equipo que se componen de 35 voluntarios exadictos y familiares formados".

Para Pilar Fuentes, "la palabra lucha hace tiempo que la sustituimos en Alborada por ayuda y apoyo al drogodependiente y a sus familiares. Nosotros somos un recurso más para las personas que presentan esta problemática; el combate y la lucha es más propio de las autoridades pertinentes. Desde Alborada ofrecemos un servicio integral que permite a las personas desarrollarse como tal y conseguir estabilizar su vida e integrarse en la sociedad de la forma más normalizada y autónoma posible".