Limones no dejará la Alcaldía hasta que tome posesión en el Congreso
Villalobos aprovecha el acto de adhesión al Opaef para despedir al edil: "Su legado es incuestionable". El regidor no se pronuncia sobre quién le relevará.
Antonio Gutiérrez Limones confirmó ayer que no va a presentar su renuncia como alcalde de Alcalá de Guadaíra hasta que se constituya el Congreso y, en su caso, tome posesión como diputado, a pesar de que va de número tres en la lista del PSOE por Sevilla, que tiene ahora seis diputados y en las encuestas no baja de cinco. Los cargos de diputado y alcalde, como norma interna, son incompatibles en el PSOE. "Cada tiempo tiene su ansiedad y ahora estamos centrados en la campaña", dijo, refiriéndose a su relevo tras firmar, en la Diputación, el convenio por el que el Ayuntamiento cede al Organismo Provincial de Asesoramiento Económico y Fiscal (Opaef) el cobro del IBI y el sello de los vehículos. "No hemos hablado nada de eso, pero lo que se haga será siempre por el interés general", añadió, al ser preguntado expresamente por Ana Isabel Jiménez, la edil de confianza de Susana Díaz (incluso la apoyó en el congreso en el compitió con Limones por la Secretaría del PSOE sevillano) y una de las personas a la que se apuntan para asumir su puesto. Para Limones, cualquiera de los ocho ediles de su gobierno están "capacitados".
Pero se daba la circunstancia de que ayer, en el acto de firma del convenio en la Diputación, a la que la prensa estaba convocada, Ana Isabel Jiménez -que es representante socialista y responsable del área de Cultura y Ciudadanía- estaba presente, saludó y apareció en la foto flanqueando con Limones a Fernando Rodríguez Villalobos, en un gesto que tiene su lectura, aunque, efectivamente, nada haya cerrado.
Villalobos, por su parte, aprovechó además para despedirse a su forma del alcalde: "Mi querido amigo, ya te queda poco para dejar el barco, por muy mal que salgan las cosas", le dijo, y subrayó que en estos 20 años Limones ha transformado Alcalá, que ha pasado de ser un "cortijo" -refiriéndose a que era una población relativamente pequeña y agrícola- a una "ciudad, una ciudad moderna, el término que alberga el mayor número de industrias de Andalucía y eso hay que ponerlo en valor, aunque últimamente ha habido maniobras que no me han gustado y Alcalá sólo sale por cosas negativas". "Independientemente del cariño personal que te pueda tener, quiero expresar el reconocimiento del presidente de la Diputación al alcalde de Alcalá, siempre lo he valorado y su legado es incuestionable".
El que ha sido durante uno de los regidores de referencia del PSOE y senador por Sevilla durante ocho años, se mostró convencido de que los partidos "del lado oscuro" intentarán imponer su critiero en el relevo en la Alcaldía, con nuevos pactos, teniendo en cuenta que durante todo el mandato pasado se produjo "un frentismo que se ha roto con los partidos nuevos". El edil se refería a los acuerdos a los que llegaron el PP, IU y el PA con la ex edil socialista Laura Ballesteros, coincidiendo con la denuncia de irregularidades en la extinta empresa municipal ACM, que se siguen investigando, y el bloqueo a iniciativas del gobierno, como esta de sumarse al Opaef. Es ahora, con un Pleno más fragmentado con C's y Alcalá Puede -aunque sus cuatro ediles están divididos- cuando Limones está teniendo margen de maniobra. Miembros de su equipo destacaban ayer que se han adelantado, de alguna forma, a las situaciones que se producirán en muchos casos en un país sin mayorías absolutas y más partidos.
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