Mueren una mujer y sus mellizos de dos años en el incendio de su casa

Tragedia en Lora del Río

Josefa Barrera Jarril, de 25 años, y sus hijos Daniel y Alejandra mueren asfixiados por el humo. Los Bomberos creyeron en un primer momento que no había nadie en el piso.

Mueren una mujer y sus mellizos de dos años en el incendio de su casa
Mueren una mujer y sus mellizos de dos años en el incendio de su casa
Fernando Pérez Ávila

Lora del río, 08 de enero 2015 - 17:05

Cuentan los vecinos que, una vez apagado el fuego, los Bomberos recogieron el cadáver de uno de los dos perros que tenía la familia y se disponían a marcharse ya, pensando que la casa estaba vacía. Que incluso estaban recogiendo las mangueras, pero que los familiares les insistieron para que volvieran a entrar en el piso porque no localizaban por ninguna parte a Josefa ni a sus dos niños pequeños. Pensaban que estaban en la guardería, situada al otro extremo de una plaza cercana, pero un familiar se acercó y no los encontró. Los Bomberos subieron de nuevo a la vivienda, ubicada en un tercer piso del número 25 de la calle Matalla, de Lora del Río. Fue entonces cuando hallaron los cadáveres de Josefa Barrera Jarril, de 25 años, y sus dos hijos mellizos, Daniel y Alejandra, de sólo dos años.

El cuerpo de la madre estaba con el de uno de los niños en el cuarto de baño. Posiblemente la mujer se refugió en esta habitación junto con el niño que pudo agarrar para tratar en vano de salvarlo. El otro menor fue hallado en el salón de la vivienda. Los tres se vieron atrapados por las llamas y no pudieron salir del piso. Fallecieron asfixiados por el humo.

Los hechos ocurrieron sobre las tres menos cuarto de la tarde de este jueves. Apenas una hora antes, Josefa había recogido a los pequeños de la guardería. Su marido, Mateo, se había marchado a su trabajo en una fábrica de naranjas, donde tenía el turno de tarde. La mujer regresó a casa con los niños y se vio atrapada en un incendio cuyas causas está investigando la Guardia Civil.

Por el momento poco se conoce con certeza del origen del fuego. Sí se sabe que se declaró en el salón de la vivienda y que la propia disposición del piso obligaba a quien quisiera salir del mismo a pasar por el salón. Los vecinos hablaban este jueves de la mala combustión de una estufa o radiador como origen del siniestro. Otras fuentes apuntan a que saltó una chispa en el tubo de goma de la bombona de gas y esto provocó una explosión. También se baraja la hipótesis de una sobrecarga en la red. Un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil especializado en la investigación de incendios se desplazó ayer al lugar de los hechos para iniciar la inspección ocular del piso. A la hora de cierre de esta edición no había todavía nada en firme y probablemente este viernes continúen las pruebas.

Lo que sí se sabe con certeza es que el incendio fue muy rápido y que los Bomberos lo sofocaron en cuestión de minutos. La primera llamada de aviso fue recibida a las 14:51 y a las 14:56 ya había policías locales y guardias civiles de Lora en el lugar de los hechos. Un agente del instituto armado que estaba fuera de servicio fue el primero en llegar y estuvo a punto de quedar atrapado por las llamas al intentar entrar en el piso. A las 14:58, según explicó el alcalde de Lora, Francisco Javier Reinoso, ya estaban los Bomberos trabajando en el piso, donde la carga térmica "era muy fuerte". Además de los bomberos del parque de Lora se desplazaron efectivos de los parques de Carmona y de Cantillana, que no llegaron a intervenir porque los primeros ya habían sofocado el incendio cuando llegaron.

Sobre las tres y diez, según los vecinos, el fuego estaba apagado y los Bomberos sacaron al perro pensando que no había ninguna persona dentro del piso. El otro perro, según explican los residentes, logró escapar, y este jueves daba vueltas por las inmediaciones del bloque. Después se hallaron los tres cadáveres, que no fueron levantados hasta casi cuatro horas más tarde. El marido de la víctima volvió de la fábrica y se retiró con unos familiares en cuanto conoció la trágica noticia. Varios hermanos de la joven fallecida permanecían junto al precinto de la Guardia Civil a la espera de que sacaran los féretros. Otros aguardaban derrumbados sentados en un banco, con una manta por encima y atendidos por una psicóloga. Cuando se marchó el furgón de la funeraria, se oyó el grito de uno de los hermanos de Josefa: "Adiós hermana, cuida de tus niños allí arriba".

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