Recuperación del pantano y del Castillo de Luna

El Ayuntamiento de Puebla de Cazalla quiere llevar a cabo dos recuperaciones que tienen que ver con impulsar el turismo de naturaleza y el patrimonio de la localidad. Por un lado, la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía está redactando el proyecto de actuación para poner en valor el Pantano del Corbone, donde se quiere crear tres escuelas, una de natación, otra de piragüismo y otra de senderismo. El proyecto contempla la construcción de un embarcadero y una zona de acampada que potenciarán el turismo rural y de aventura en la zona.

Una vez se obtenga el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se organizará un concurso de ideas para que los urbanistas expresen la mejor manera de sacarle partido a la zona por su riqueza vegetativa (arbustos silvestres, pinos piñoneros, lentiscos, retama, aves...). Allí también se puede navegar, nadar y pescar. "Hemos conseguido que no se pierdan los cortijos de la zona", añade el alcalde, Antonio Martín.

Por otro lado, el Ayuntamiento ha tasado en 180.000 euros el precio de la rehabilitación del Castillo de Luna, que actualmente está en ruinas. Las murallas están por explorar desde el plano arqueológico, así que el Consistorio contratará, a través del Plan +30, a dos arqueólogos que estudien a fondo el monumento. "Queremos recuperar ese sitio para celebrar nuestra romería y convertirlo en un foco sociocultural", comenta el primer edil.

De esta manera, está previsto construir allí un centro de interpretación y recuperar las bóvedas que usaban los moriscos para escapar en la Edad Media, según cuenta la leyenda, que son 600 metros de túneles.

El concejal de Cultura, Miguel Ángel Rivero, se encuentra "muy ilusionado" con este proyecto, al que ya la Junta de Andalucía ha dado vía libre. "Es una parte oculta de la provincia y debe salir a la luz. Nuestra historia no puede quedar en el olvido", apostilla Antonio Martín.

Al mismo tiempo, se adecentarán los senderos de acceso al castillo, es decir, la vía verde de cinco kilómetros de longitud en la margen derecha del río Corbones.