Bautizo en el camino de Santiago
Joaquín cumple 18 años como profesional del fútbol
Un técnico de la tierra, Fernando Vázquez, hizo debutar a Joaquín frente al Compostela
Como Gordillo, debuta con 19 años, juega dos Mundiales y fue hijo pródigo del beticismo
Como todos los septiembres de años pares, además de Vuelta Ciclista a España había Bienal de Flamenco. Joaquín Sánchez (El Puerto de Santa María, 1981) no pudo encontrar mejor guía para hacer el camino de Santiago. Domingo, 3 de septiembre de 2000. Estadio de San Lázaro. Primera jornada de la temporada en Segunda División. En Primera, no había fútbol porque la selección jugaba contra Bosnia en Sarajevo. Joaquín llevó al mejor introductor: un licenciado en Filología Germánica y profesor de Inglés llamado Fernando Vázquez. Con ese don de lenguas, presentó un equipo marca España. Ni un extranjero, como destacó en su crónica Luis Carlos Peris, enviado especial a la ciudad gallega donde nació Demófilo, padre de los Machado.
Mañana se celebra la mayoría de edad de aquel bautizo. El futbolista de El Puerto, de los mismos aires que retrató su paisano Rafael Alberti –otro artista precoz que escribió Marinero en Tierra con 22 años– ha sobrevivido a cuatro presidentes del Gobierno –Aznar, Zapatero, Rajoy, Sánchez–, a tres Papas de Roma y otros tantos alcaldes de Sevilla.
Los invitados al bautizo sabían que aquel chico llegaría lejos. “Yo he sido compañero, capitán y después entrenador de Joaquín”, dice Juan Merino (48 años), “ya se veía que era un jugador con unas condiciones especiales”.Merino también debutó con 19 años... en el Camp Nou. Como entrenador su puesta de largo fue contra la Llagostera. La última vez que coincidió con el futbolista fue en una capea en la finca de Morante de La Puebla.
Merino, Cañas y Cuéllar, los otros tres andaluces de aquel equipo, ya habían jugado antes con Rafael Gordillo. Dos vidas paralelas para un nuevo Plutarco: los dos debutan con 19 años; los dos jugaron dos Mundiales que debieron ser cuatro; los dos son hijos pródigos del Betis. El de Almendralejo volvió después de siete años en el Real Madrid; el de El Puerto, hijo del Atlántico, pasó por equipos de ciudades bañadas por el Mediterráneo, Valencia y Málaga, y la bellísima Florencia. Con 37 años, Gordillo vivió el ascenso de ElPlantío del 94. A esa edad, Joaquín disfruta su enésimo derbi.
Luis Fernández (45 años) nunca olvidará ese año 2000. “Bajamos a Segunda, pero nació en Sevilla mi hijo Gabriel”. “Se veía que iba a llegar muy lejos en el beticismo y en el fútbol español”, dice este cántabro que le marcó al Athletic el penalti decisivo para jugar y ganar al Osasuna la Copa del Rey de 2005. Hijo pródigo del Racing de Santander, ahora dirige la escuela de fútbol de Santa María de Cayón para niños de once pueblos de la Montaña.
Era un Betis canterano. Ángel Cuéllar (45 años) debutó en Primera en Las Gaunas con 17 años. No le sorprende la longevidad de Joaquín. “Con ese desparpajo llegaría lejos”. El año pasado entrenó al Jumilla, equipo murciano de Segunda B, y hoy comentará para Gol TV el Betis-Sevilla. “La última vez que coincidí con Joaquín fue en Ibiza, estuvimos las familias comiendo juntas”.Nómada del fútbol, jugó en el Barcelona y cerró su trayectoria en el Narón de la Tercera gallega.
David Rivas es el único de aquel equipo compostelano, además de Joaquín, que no ha cumplido los 40. Benjamín Zarandona (42) ha sido seleccionador de Guinea Ecuatorial. Jorge Otero (49), mundialista en Estados Unidos 1994, entrena al Rápido Bouzas de la Segunda B y Oli al Marino de Luanco de la Tercera División asturiana.
“Ya en la pretemporada de Mondariz se veía dónde iba a llegar”, dice Oliverio Jesús Álvarez (46 años), “a esa edad a un chico joven se le supone timidez o excesivo respeto a los veteranos, pero qué va. Era igual que ahora, yo no veo diferencias entre el Joaquín de 37 años y el juvenil que entrenaba con Finidi, Alfonso y Alexis”. Oli, como Luis Fernández, debutó en Primera con Irureta. El primer partido de Joaquín fue el último que Oli jugó con el Betis para volver al Oviedo. La última vez que coincidió con Joaquín fue en El Puerto de Santa María, donde llevaban sendos campus de fútbol.
Sólo Cardeñosa (307 partidos) y Esnaola (303) llevan más partidos en el Betis. “Hay que agradecerle al entrenador la decisión de ponerle, asumir ese riesgo”, dice Merino de Vázquez, que acompañó al pequeño saltamontes en el viaje iniciático desde la Giralda al Obradoiro dos semanas antes de que empezaran los Juegos Olímpicos de Sidney. El técnico que descubrió a Diego Tristán, Dani Güiza, andaluces con Pichichi, o Rubén Castro. Joaquín jugó 51 partidos con la selección. Toni Prats fue testigo desde el banquillo del Chipre-España que le costó el puesto a Clemente.
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